domingo, 30 de agosto de 2020

QUIÉREME MUCHO.

Muchas veces he dicho y escuchado “te quiero mucho” y seguramente estábamos convencidos de sentirlo así. Pero, ¿se puede querer de otra forma ¿Se puede querer más o menos, o bastante, o " medio kilo ?

Aveces nos engañamos.

En alguna aventura que he tenido no era extraño que ella me dijera " dime que me quieres".

En realidad no sentía amor por esa mujer, y no creo que ella sintiese amor, pero había que engañarse para seguir adelante con la mentira. ¡Qué mentira !...¡qué engaño entregar el cuerpo como primera manifestación del amor!

Cuando se quiere, se quiere del todo y con todo. Más aún, no se elige querer, al igual que tampoco a quién se quiere ni es posible elegir cuándo ni en qué grado. 

Es así, no hay más.

El amor, como otros sentimientos, es imposible de calcular. Ni medir. Ni compararse. 

Yo no sé cuánto quería a Manuela, pero de lo que estaba seguro que ella me ganaba por goleada.

No se puede medir la cantidad de amor que uno siente sino la intensidad de los sentimientos que suscita como la pasión o el deseo. Creo que se quiere al cien por cien, sin peros ni excusas y sin posibilidad de evitarlo. 

Estoy convencido que muchos confunden amor con apego, costumbre, o un afecto que no llega a ser amor. Decimos “te quiero” con tal ligereza que  parece que decimos " ha elegido usted Diesel E. Plus"

La suerte es amar. La fortuna, ser correspondido. A mí no me quieras mucho; si me quieres, que sea bien.


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