La gilipollez es el es el arma más
destructiva que tenemos los hombres, su más devastadora pandemia,
su lujo más costoso.
Hoy hemos sabido que el que fue
presidente del Castellón Fútbol Club , un tal Laparra, pagó, el
muy , a una vidente , 140.000 por
unos servicios de esoterismo. La madame se decía “consejera
espiritual y asesora personal-coatching para directivos”. Pa mear y
no echar ni gota.
¿Es
tonto este tío?.No, contesto. ¿Es gilipollas?, afirmativo.
No
es el único.
Sabemos
que Mario Conde ha sido usuario de esta gente, aunque por asuntos de
poder y dinero. O de Jordi Pujol, obsesionado por otra adivinadora,
más de casa seva, dallá dalt de la muntanya. Es sabido que Hitler
era asiduo a ese tipo de experiencias. Churchill fue adoctrinado por
el satanista Alistair Crowley, mucho miedo ese tío. Julio Iglesias,
Isabel Gemio, han coqueteado con la brujería.
En
Valladolid conocí dos madres que acudían con fervor devoto a la
consulta de una consejera espiritual en Madrid. Era una mujer de
rasgos exóticos, mirada asiática y piel aceitunada, que tan pronto
invocaba los muertos, como te cascaba un exorcismo guapo.
Siempre
ha sucedido que el hombre busque atajos en busca de la felicidad
poniéndose en contacto con fuerzas del más allá, ¿pero hoy, en el
siglo de la Ciencia?. ¿Qué sentido tiene ver la prosperidad y el
prestigio que tienen el astrólogo y el médium, y el adivinador
de la fortuna?. Y cuando uno ve esas actividades en las columnas
de los diarios, en algunas mesas de pubs, en la televisión y las
radios, podemos sonreír y pensar que vaya gente más rara...
Pero
toda esa superstición de incapaces asentados en el desvarío
relacionada con la inútil búsqueda de medios que permitan al hombre
alcanzar el misterio de su propio futuro, y manipularlo con sus
minúsculas preocupaciones, todo eso unido con los movimientos de las
estrellas,¡joder, me parece increíble!
Toda
este extraño mejunje de pseudo ciencia y charlatanería ha
provocado, y provoca, mucha tragedia y desastres personales y
familiares por culpa de la mala cabeza del bobo, del débil mental,
del que chochea, del ximplet, o del badulaque de cada familia, que
los hay...
¡Que
se lo pregunten a Laparra!
Tuve una experiencia similar. A los quince años un señor ensotanado me dijo que había visto mi vocación, que si no la seguía pondría en peligro mi felicidad terrena y quizá también la eterna... La vocación consistía en entregar mi vida a una organización de corte gnosticista, de los que han visto la luz. Me lo creí, aunque yo no veía nada.
ResponderEliminarAy, qué miedo tenemos a la libertad y a Dios.
Te dejas a Aznar, González, Aguirre y Rajoy. Gracias por completar la lista con "los tuyos" también.
ResponderEliminar¡Con lo de Pujol, ya está bien! Sabes perfectamente que eso es un infundio, un bulo que se hizo correr desde Catalunya por alguno de sus enemigos para desprestigiarle. Es muy antiguo eso de inventarse historias de gente vip con la intención de difamar. No nos pongamos a la altura del inefable Sostres, uno de los que más pábulo ha dado a este chascarrillo.
ResponderEliminarTT
Por no hablar de Barberá y el más grande en estos temas, Paco Camps. Este sí se gastaba una pasta en sus consultas esotéricas, y además dinero público. Pero claro, como no es catalán, no vende sacarlo en el barullo. Siempre igual.
ResponderEliminarY cuánta pasta-gansa vale haber dedicado 20 ó 30 años al Betis?
ResponderEliminarDe infundio nada...el dato es de un amigo y estrecho colaborador.
ResponderEliminarTienes razón en lo de que me dejo gente...perdona, la lista sería muy extensa, escríbela tú.
No creo que todos los que citas acudan a mediums, que es el tema de hoy.
Lo de Pujol está contrastado, ya lo siento.
Solo crees que asisten los demás, de los tuyos nadie. A este paso volverás a tener el VIP del juzgado de paz de arroyo de la encomienda, querido.
ResponderEliminarAlucino con el notas que ha saltado en defensa del enanet a la primera de cambio.
ResponderEliminarO es alguien pagado, o es él mismo, que además se sube a lo alto de los castellets. En ese caso estás muy jodido Susto.
Y si no es el Pujolet en persona, el anónimo que ha salido como los toros desde chiqueros debiera hacérselo mirar. ¡Defiende a la cerveza, hombre! ¡O a algo que merezca la pena como la reina de Inglaterra o Elle McPherson, conio!