CHIFLADURAS.

Vuela la imaginación a Tamahu y sueño planes imposibles. El infinito en ese estado de enajenación me parece una clausura. Busco melodías y letras para enseñar allá, y proyecto en el futuro un coro de voces maravillosas, que pasmarán a todo ese valle.

La canción "La cajita de cristal" pasará a llamarse "Manuela", pues ella encarnó mejor que nadie esa letra: "dame una vida para sembrarla...que no te puedes encerrar en tu cajita de cristal toda una vida".

Y se la sabrán en toda la comarca de Alta Verapaz. La cantarán los hijos, los hijos de los hijos de sus hijos, los hijos de los hijos de los hijos de los hijos de sus hijos...y "Manuela" será una balada familiar, eterna, como una caricia.

Pienso en nuevos proyectos que llevar a cabo allá. Son  auténticas chifladuras. La vida tendrá una densidad explosiva, donde una  humilde gota de agua potable contendrá todos los colores y  todos los sueños.

Dicen que nadie será feliz en los cielos si no lo ha sido en la tierra: voy a ser muy , pero que muy feliz en ese trozo de la tierra.

O, por lo menos, lo intentaré.

Estoy como una cabra, la verdad.