domingo, 23 de noviembre de 2014

HÉROES.

Para que se den héroes en este mundo se necesita gente que no esté satisfecha consigo misma.

El germen de toda revolución comienza en ese punto a partir del cual uno está dispuesto a no quedarse como está. Porque no le gusta ni cómo está él, o cómo está la sociedad.

Esa es la razón por la que , de momento, no asistiremos a la independencia de Cataluña: no conozco un sólo catalán dispuesto a morir por ella. Ni tampoco españoles a dar su vida por España.

Estamos demasiados satisfechos con nosotros mismos.

La verdad es que el estado de sedación de este país es alarmante. Las estamos viendo de todos los colores, nos las están haciendo muy gordas -  me refiero a la clase política, judicial, la banca, los sindicatos, hacienda, y la madre que los parió- y no pasa nada.

España, y Cataluña, es un chiringuito donde se lo están llevando crudo unos cuantos, y los perros que comen las migajas del banquete.

Dicen que no , que no, que son más los honrados que los que manchan el digno trabajo del servicio a los demás...¡ja ja ja ja!: ¿un país con más de 1700 causas abiertas por corrupción política se puede decir que son una minoría?.

Y eso es lo que sabemos. ¿Cuántos pujoles quedarán por descubrir?

Que los zurzan.

Envidiadme: vienen días donde la miseria se repartirá equitativamente, en catalán, en euskera, en gallego, y en español.

Y  callaréis.
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