miércoles, 5 de noviembre de 2014

DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN.

De la abundancia del corazón habla la boca.

Estamos hechos de eso: de aquello que nosotros amamos. Y nada más.

Y sólo hablarás, pensarás, te afanarás , por lo que amas.

Si es el trabajo, currarás como un cabrón, y lo harás para trepar, y lo jugarás todo a esa carta, aunque tengas mujer e hijos que dices amar.

Y no es verdad.

Si es el dinero , lo buscarás hasta más allá del último céntimo, probablemente dejando parte de tu decencia en  el camino, y serás un garrapo agarrado  hasta el último suspiro. Y , quizás , seas piadoso, muy  piadoso, y tus limosnas compren el cielo.

Pero no es verdad. No se compra el cielo. Lo siento, a Dios la gente como tú le dan nauseas.

Si es el sexo, te follarás todo lo que se mueve, y todo lo que caiga en tu red será pescado. ¿Pero quién necesita más el amor?, ¿el lascivo que pudre todo lo que toca?, ¿o la chica que suspira por su príncipe azul?.

Tendrás varias mujeres, o una, e hijas, en tus momentos dirás que son tu amor. Pero es mentira.

Si eres un fanático de alguna pía  asociación, no te perderás una misa, las reuniones que tengas, los ejercicios espirituales que programen, rosarios, tríduos y novenas. Incluso puede que catequices, o dirijas cursos de formación de padres.

Y a lo mejor piensas que tu familia es tu amor.

Y no es verdad. Y no lo es porque no puedes dejar ni una sola de tus devociones por ella, cuando te han necesitado.

Cuando se ama a alguien, siempre se tiene algo que decir, que escribir, compartir...hasta más allá de la muerte.

De la abundancia del corazón habla la boca.

8 comentarios:

  1. Precioso el post de hoy Suso

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  2. Este esta para inprimirlo y plastificarlo.
    Li

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  3. Que bonito lo de hoy, encierra sus verdades.

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  4. Hemos perdido la pureza del corazón, aquello tan evangélico. Hemos perdido el sentido de la trascendencia y nos quedamos en lo inminente.
    Lo peor es que lo han perdido también los pastores de almas. Aquella pasión dominante de la que hablaba el fundador, dirigir las almas a Dios. Cura animarum ars artium, escribió Gregorio el Grande. El arte de las artes está en manos de vulgares "trepas", unos interesados en exprimir al prójimo para dejarle luego en la cuneta.
    En la antigüedad era frecuente la "fuga episcopi". El obispo elegido por el pueblo se escapaba a un monasterio porque no se consideraba digno del cargo. Hoy intrigamos y nos aferramos a los cargos. Creo que Benedicto XVI nos dio un buen ejemplo.

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  5. Pues sí, muy bonito. Y recuerde: no compre un televisor sin ton ni son. Compre un Thompson.

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  6. Para leerelo cada mañana y repasarlo todas las noches.
    Chapeau!

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