miércoles, 18 de noviembre de 2020

GRANDES DECEPCIONES

 Las grandes decepciones me hacen refugiarme en las cosas pequeñas. 


Eso es lo que me está pasando a mí. Vuelvo a escuchar las canciones que me gustaban en mi adolescencia, hojeo viejas novelas con páginas ajadas por el tiempo, me pregunto qué será de aquella chica con la que me crucé una tarde, sueño con barrios que ya no existen, con amigos que he perdido para siempre.


Y, ¡ joder!, esa manía que me ha entrado de hablar con mis muertos  . ¡ La de cosas bonitas que me habría perdido si algunas personas no hubiesen entrado en mi vida!


Me había hecho la ilusión de que mi vida sería mejor al conseguir  ciertas metas, pero ahora siento una añoranza irresistible por el pasado, cuando no poseía nada pero tenía todo el tiempo por delante.


Mi mayor placer ha sido, y sigue siendo,  no hacer nada, la ensoñación pura y dura. 


Mi distracción favorita era la de observar a las personas y las cosas.  


Cuando era niño, me pasaba horas mirando las orillas del Ebro y el curso del agua, que ejercía sobre mí una atracción hipnótica. Y ahora disfruto de los atardeceres rojos de este sant Cugat otoñal 


No creo que lo que da sentido a nuestra existencia sea acumular pasta, lo verdaderamente esencial es comprender. 


Y ello es extremadamente doloroso porque, en última instancia, comprender es darse cuenta de la fragilidad de todo lo que nos rodea.


Cuando uno se acerca a cierta edad , empieza a tomar conciencia del carácter perecedero de lo que importa, de las personas que jamás volveremos a ver, de los libros que no leeremos, de los sentimientos que no podremos recobrar. Entramos sin ser todavía conscientes en el club de los corazones solitarios.


Recuerdo con extraordinaria viveza, como si hubieran sucedido ayer, cosas que me pasaron hace más de 40 años. Y asocio esa impresión de pérdida a lo que debe experimentar una persona que siente todavía el brazo que le han amputado.


Me gusta retornar a los sitios que forman parte de mi historia. Pero ello siempre me produce frustración porque nunca están como yo me los imaginaba 


Así lo expresa de forma poética Leo Ferré en La solitude: «es inútil mirar detrás de tí porque el futuro y el pasado se confunden como el día sucede a la noche».



1 comentario:

  1. Todos los lugares a los que vuelvo son más pequeños. También yo.

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