martes, 10 de noviembre de 2020

QUINCE MINUTOS AL DÍA.

Conocí una familia de ricos miserables que daban pena. A veces asco. 


Me aconsejaban dedicar todos los  días 15 minutos al día a pensar como ganar más  dinero. 


¡Sí,  hombre,  he venido a la tierra a pensar en gilipolleces!


¡Pobres desgraciados!. Estáis  al borde de la muerte por un ictus  de codicia que os va a dejar la cara de los lelos. 


Al borde de la cárcel, porque pagáis en negro.

 

Al borde de la amistad, porque a vosotros no os quiere nadie. 


Al borde de Dios,  que a los tíos como vosotros no los quiere ver ni en pintura 


Al borde de la misericordia, al borde de la envidia, al borde del amor, al borde de la alegría y,  poco a poco, os vais a  dormir  sedados en vuestra mierda de dinero   al borde, al borde de despertar.


Y cuando despertéis ya será tarde.




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