miércoles, 30 de diciembre de 2020

EL ANTÍDOTO.

Muchísima gente vive día a día chutándose en vena su dosis de veneno: el trabajo, la política, la religión ( sí, la religión también puede ser un mal rollo adictivo) , el móvil, o la mierda de cadenas que encarcelan.


Hay que tener  antídotos a mano. Cada uno los suyos y,  ¡ay del que no los tenga o disfrute!


Estos son algunos de los míos: andar , escribir, cantar, echar una mano en alguna asociación, dedicar tiempo a un hoby , leer a quien no piensa como tú, ir al cine,  tomar un destornillador de vodka con ginebra en A Ponte, el cine, escapar con esa mujer a contemplar una puesta de sol en Xiabre...


 Hay que compensar las esclavitudes del trabajo.




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