domingo, 13 de diciembre de 2020

¡ESCAPA POR ARRIBA!

Vivimos en el tiempo, y nosotros estamos dentro de él en una condición bastante débil, no deja de ser una prisión, un ciclo fatal y monótono del que sólo podemos escapar por el amor.


Si no aceptamos eso parecemos esos presos enloquecidos que corren a las paredes de su celda para verse rechazados una y otra vez al mismo sitio en un movimiento sin fin.


La causa del reflujo y retroceso de todos nuestros deseos – buenos y malos - de todas nuestras pasiones, de todas nuestras debilidades, y el aborto final de todos nuestros esfuerzos temporales, confirman esta ley.


Y esa manera de estar aboca  a la desesperación respecto a uno mismo, al miedo a salir de la caverna, a la tristeza del que reconoce sus choques cíclicos con las cuatro paredes que le constriñen… ¡pero se está tan bien allá dentro!. 


Fuera hace mucho frío 


El tiempo, y las cosas que hay en él  siguen siendo el que es: un círculo y una prisión… pero nosotros, los  macarras  seguimos siendo lo que somos: capaces de romper ese círculo y evadirnos de esa prisión. ¿Cómo?: por el techo. 


La vida temporal tiene muros en los que la parte inferior de nosotros mismos queda siempre cautiva, pero como no hay techo, podemos escapar “por arriba”. Eso sólo lo consigue eso que llamamos amor.


Difícil asunto amar. 


Como escribió Leonard Cohen, abogado de los vencidos: "¿Por qué tengo que estar solo si cuanto digo es cierto? Pero aún hay tiempo. Puedo inventar un camino, falsificar un pasaporte, hablar un nuevo idioma: "Ámame, puesto que nada ocurre".


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