EL DUELO

Esta tarde estuve con una amiga.  Sé que lo está pasando mal por   una ruptura. 

" Estás muy delgada "    le digo. 

" El  duelo "   , responde. 

Hay quien piensa que es es más duro tener que despedirse de alguien que sigue por ahí andando que de alguien que se ha muerto. 

Uno que ha vivido ambas situaciones, piensa que es mucho peor la muerte de alguien querido, pero entiendo que ella se encuentra aún con la herida sangrando. 

Los duelos son los duelos, son un desfiladero de dolor que no hay más remedio que atravesar, un camino que es necesario recorrer paso tras paso para llegar al otro lado. 

Lo  que sí es cierto es que, si el otro o la otra continúan en efecto en este mundo, es necesario acabar primero con toda esperanza de continuar la relación, es necesario matarlos mentalmente para poder empezar el viaje.

La vida es una sucesión de duelos. Unos más grandes, otros más pequeños. La existencia nos va mordisqueando y hay que despedirse muchas veces. De amores, de amigos, de animales domésticos, de casas, trabajos, aficiones, incluso de partes o funciones de nuestro organismo, desde el pelo en los calvos hasta la salud perdida. 

Cuesta aprender a desprenderse de lo que uno fue, de lo que uno vivió. Si la pérdida es muy grande, hay que reinventarse .

Uno ya ni sabe los Susos que he sido. 

En esta foto salgo apoyado en un pozo.  Asomarse a un pozo es mirar el otro yo allá abajo,  oscuro,  atormentado , hundido en humedades y ecos de  vidas negras que no queremos reconocer. 

También ese que nos mira allá en el fondo está de duelo.