Creer que Dios se hizo hombre, y del modo como lo hizo, es creer demasiado.
Pero si lo crees, sólo puedes vivir esta vida desde la ALEGRÍA,LA CONFIANZA, Y EL AMOR.
La verdad es que creer que ese Niño es Dios, y que vino a salvarnos, es mucho creer. Sobrecoge meditar sobre este asunto. Da vértigo.
Pero es cierto que sin Él este mundo es frío, triste y cruel...
"-Por cierto -dijo Iván como
si no hubiera oído a su hermano-, que un búlgaro me ha contado hace
poco en Moscú las atrocidades que los turcos cometen en su país.
Temiendo un levantamiento general de los eslavos, incendian,
estrangulan, violan a las mujeres y a los niños. Clavan a los
prisioneros por las orejas en las empalizadas y así los tienen toda
la noche. A la mañana siguiente los cuelgan.
A veces, se compara la
crueldad del hombre con la de las fieras, y esto es injuriar a las
fieras. Porque las fieras no alcanzan nunca el refinamiento de los
hombres. El tigre se limita a destrozar a su presa y a devorarla.
Nunca se le ocurriría clavar a las personas por las orejas, aunque
pudiera hacerlo.
Los turcos torturan a los niños con sádica
satisfacción; los arrancan del regazo materno y los arrojan al aire
para recibirlos en las puntas de sus bayonetas, a la vista de las
madres, cuya presencia se considera como el principal atractivo del
espectáculo.
He aquí otra escena que me horrorizó: un niño de pecho en brazos de su temblorosa madre y, en torno de ambos, los turcos. A éstos se les ocurre una broma.
Empiezan a hacer carantoñas al bebé hasta que consiguen hacerle reír. Entonces uno de los soldados le encañona de cerca con su revólver. El niño intenta coger el «juguete» con sus manitas, y, en este momento, el refinado bromista aprieta el gatillo y le destroza la cabeza. Dicen que los turcos aman los placeres.
-¿Para qué hablar de eso, hermano?
-Mi opinión es que si el diablo no existe, si ha sido creado por el hombre, éste lo ha hecho a su imagen y semejanza.
Hay muchas personas mayores que se complacen en torturar a los niños, pero sólo a los niños. Con los adultos, tales individuos se muestran cariñosos y amables, como europeos cultos y humanitarios, pero experimentan un placer especial en hacer sufrir a los niños: es su modo de amarlos.
He aquí otra escena que me horrorizó: un niño de pecho en brazos de su temblorosa madre y, en torno de ambos, los turcos. A éstos se les ocurre una broma.
Empiezan a hacer carantoñas al bebé hasta que consiguen hacerle reír. Entonces uno de los soldados le encañona de cerca con su revólver. El niño intenta coger el «juguete» con sus manitas, y, en este momento, el refinado bromista aprieta el gatillo y le destroza la cabeza. Dicen que los turcos aman los placeres.
-¿Para qué hablar de eso, hermano?
-Mi opinión es que si el diablo no existe, si ha sido creado por el hombre, éste lo ha hecho a su imagen y semejanza.
Hay muchas personas mayores que se complacen en torturar a los niños, pero sólo a los niños. Con los adultos, tales individuos se muestran cariñosos y amables, como europeos cultos y humanitarios, pero experimentan un placer especial en hacer sufrir a los niños: es su modo de amarlos.
La confianza angelical de
estas indefensas criaturas seduce a las personas crueles. Estas
personas no saben adónde ir ni a quién dirigirse, y ello excita sus
malos instintos. Todos los hombres llevan un demonio en su
interior...
Pues bien, aquellos cultos padres desahogaban de varios
modos su crueldad sobre la pobre criatura. La azotaban, la golpeaban
sin motivo. Su cuerpo estaba lleno de cardenales. Y aún extremaron
más su crueldad: en las noches glaciales de invierno, encerraban a
la niña en el retrete, con el pretexto de que no pedía a tiempo que
se la sacara de la cama para llevarla allí, sin hacerse cargo de que
una niña de esta edad que está profundamente dormida, nunca puede
pedir estas cosas a tiempo.
Le embadurnaban la cara con sus
excrementos y su misma madre la obligaba a que se los comiera. Y esta
madre dormía tranquilamente, sin conmoverse ante los gritos de la
pobre niña encerrada en un lugar tan repugnante. ¿Te imaginas a esa
infeliz criatura, a merced del frio y la oscuridad, sin saber lo que
le ocurre, golpeándose con los puños el pecho anhelante, derramando
inocentes lágrimas y pidiendo a Dios que la socorra?
¿Comprendes este absurdo? ¿Puede tener todo esto algún fin? Contéstame, hermano; respóndeme, piadoso novicio. (HERMANOS KARAMÁFOV)
¿Comprendes este absurdo? ¿Puede tener todo esto algún fin? Contéstame, hermano; respóndeme, piadoso novicio. (HERMANOS KARAMÁFOV)
Q BARBARIDADES, AUNQUE AQUI EN NUESTRO PAIS TAMBIEN EXIXTE TERROR DE ALGUNA MANERA, A QUE LA GENTE NO TENGA XA VIVIR A CAUSA DEL PARO, ES TREMENDO, NO COMEN SON PREFESIONALES DE ALGUNA MANERA XO TERMINAN TIRADOS EN LA CALLE PIDIENDO ALGO X CARIDAD XA PODER LLEVAR ALGO AL ESTOMAGO Y A SU S HIJOS(A VECES ESTO DA LUGAR A LA LA PILLERIA)
ResponderEliminarLA GENTE ESTA TAN DESESPERADA QUE HARIA CUALQUIER COSA.
DICEN QUE EZTO VA MEJOR, PERK HAY PARO Y POBREZA ENU PAIS QUE LLAMAMOS DESARROLLADO QUE PENA!!!!!!!!!OJALA UANDO VUELVAS ENCUENTRES ESTE PAIS MEJOR.......ES EL NUESTRO. ......PORQUE EXISTEN MUCHAS MANERAS DE TORTURAR A LA GENTE, AUNQUE UNAS MAS CRUELES Q OTRAS....EL PORQUE SIEMPRE SE LO PREGUNTA UNO.
La fotodel baul, del barulloes genial!!!!!
ResponderEliminarTerrorifico. Y curioso. La misma escena de los niños, soldados y bayonetas ya la habia oido de los rusos contra ucranianos cristianos en el holodomor, y tambien de nazis contra judios.
ResponderEliminarAnda que la secta de lo miguelianos ??? Y todo en nombre de Dios. Como otros que yo me se. Por cierto, que las miguelinas que vivían en el chalet de El Escorial, tenis una pinta de opusinas increíble!
ResponderEliminarFeliz Nochebuena panameña :) y Navidad, a pesar del mayor de los pesares que te ha acontecido este año...
ResponderEliminarQuerido Suso, a lo mejor te gusta este enlace.
Un besote
http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/mejor-profe-espana-3771067
Feliz Navidad también para ti, Suso.
ResponderEliminarMe ha costado leer este escrito. Me pone de muy mal humor leer sobre tantas torturas; y tan insoportables incluso de pensar. Pienso que el ser humano es un animal, un animal más, el más sofisticado en su potencia para odiar, para engañarse a si mismo ignorando que sus pensamientos tienen un origen instintivo; también es quizá el que tiene más capacidad para amar. En fin, cada animal tiene sus peculiaridades; los seres humanos también.
ResponderEliminarYo no soy cristiano, pero celebro la Navidad, porqué aunque no crea que Jesús sea el Hijo de Dios, sí que creo que es un hijo de Dios. Y creo que Dios se hace ser humano, no sólo en Jesús, sinó en todos los seres humanos. Todas las personas son la materialización de una realidad misteriosa y superior a todo, que llena el universo y que es amor. En fin, esa es mi fe, y por eso también celebro la Navidad.
Vinu.