UN PASEO.
Deambulo por un Valladolid con aire de despedida.
Esta ciudad es triste en sí misma, rancia, provinciana, de paseos los domingos por Zorrilla y calle Santiago, de señores que llevan el pueblo en la cara, y señoras Titanlux, sus pinturas cubren el mundo.
Yo también derramo mi tristeza estos días fríos. A veces parece que soy yo quien provoca esta niebla que dura días enteros sin despegarse de uno.
Hay hombres con el
sexo agazapado en los bolsillos sin alzar nunca el vuelo. Hay un ardor
íntimo contenido en su manera de hablar con los amigotes de cuadrilla sobre ellas, cuando no están ellas. En eso, los tíos de aquí se parecen mucho a su alcalde, con el que me cruzo esta tarde.
Va de sherif de la ciudad por el medio de la calle Santiago, el puto amo: "A mi nadie me tose", parece decir.
Unas señoras juegan a las cartas en el Mozart. Sobre la castidad de estas viudas se
enfanga el deseo, mal espantado a golpe de avemarías y copazos de Baileys. Porque piadosas son un rato estas mujeres. ¿De qué color tendrán las bragas estas cacatúas?.
Seguro que de color carne y la goma rota.
No debería hacerme estas preguntas, y menos con estos fríos. Tengo una edad muy mala.
Valladolid esta noche lleva un tizne salaz, una inclinación a la jodienda muy acentuada que aquí saben embridar bien para burlar el qué dirán, y el que "no me saquen cantares".
No he conocido gente más reprimida que ésta, y me temo que es por su origen , que muchos todavía van con el pelo de la dehesa desflecándosele en el morrillo.
Paseando por la ciudad compartes soledades y se hace mal y tarde, con pudor y educación. Contriciones
pacatas, levíticas, a la vera de un chocolate con churros y un san Pancracio haciendo guardia.
Entras en bares y pubs y cada personaje tiene su prosapia y su
prosodia y se hace patente al hablar. El habla de los cultos puede ser
elocuente, persuasiva y vagamente cínica. El de las cajeras y dependientas finas es
sugerente e intimidador, el rural es franco y
castizo, muy a calzón quitao, y con risas que se decojonan mientras se rascan los güevos…
La gente en Pucela, por lo general, habla muy alto.
Todos parlan distinto porque todos son distintos.
La fauna castellana abarca cualquier registro: ordinaria, rijosa, culta….
Un manual de estilos acojonante.
Regreso a casa, hace frío, y me estoy acordando de ti.
-----------
Por cierto: ¿quién es la madre, quién es el hijo?
¿ La madre ?
ResponderEliminarEs la mujer que da de comer a las palomas con la mano izquierda, mientras con la diestra sostiene el Mundo y de paso al chaval.
¿ El hijo ?
Es el enano, que con los dedos entrelazados observa como da su madre de comer a un ser alado y tímido, que se mete en un lío de tres pares, venciendo su natural instinto con tal de pillar pan.
En el fondo es una metáfora del amor, donde cada uno de los tres personajes desarrolla un papel en la comedia del instante cazado al vuelo.
Como si cada madre y cada padre fuera un instructor de vuelo.
Y los críos, unos pilotos pardillos y noveles que cualquier día...
Cualquier día armarán un buen taco, mientras maniobran por primera vez su primer vuelo rasante.
Acordándose de la paloma que su madre alimentó sin miedo.
Guapetona hasta decir basta.
Que sonrisa tiene tu madre!
ResponderEliminar¡Qué bien escribes,cabrón!
ResponderEliminar¡Y qué guapa es tu madre!
Hola suso:
ResponderEliminarLo primero q señora tan chula tú madre.
Note entristezcas x tu marcha, vas a ayudar mucho y haras falta,ademas vas con ella y eso te va a ayudar.sigue escribiendo desde alli vale?.
Si es como nicaragua(donde estueve)es muy pobre, hay muchas religiones. y partidos politicos , solo es rico el gobierno,la delincuencia tambien campa a sus anchas supongo q a cusa de la pobreza.......animo amigo.......
El hombre tiende a quedarse en su "zona de confort", con una identidad proporcionada por el entorno. Ello conlleva renunciar a una identidad propia: yo soy lo que los demás quieren que sea, para que me acepten. Es más cómodo así.
ResponderEliminarCreo que es la regla general.
Cuando salgas de la "zona de confort" a lo mejor te encuentras a otra Valladolid en donde vayas. Pero tú crecerás mucho. En mi opinión, todos los que han salido a trabajar fuera de España por la crisis no son mártires. A ver si espabilamos un poco y de paso espabilamos al país.
Este Un paseo es un nostálgico epílogo que anuncia un alegre prólogo.
ResponderEliminar¡¡¡ Magistral ¡¡¡ hoy Suso estás sembrado .
ResponderEliminarSí, Valladolid tiene mucho de literario
ResponderEliminarPîcapleitos
La entrada de hoy es literatura de la buena. Me ha hecho entender a qué llamaba Unamuno "paisanaje": "paisanaje" vallisoletano. ¡Gracias!
ResponderEliminar¡Magnifico! Una pieza literaria...
ResponderEliminarUn bso
Antes me picaba. Ahora me da pena y me pica.Me pica por el institinto provinciano de apego a lo mío, que procuro embridar.
ResponderEliminarMe da pena porque debe haber sido un sufrimiento vivir para tí en una ciudad sobre la que no vomitas más que rencores hasta en el momento de la despedida.
Por si sirve. Yo conozco bien Valladolid. Tengo un padre proviniente de una familia de Valladolid de siempre, (podríamos decir). Y mi madre que proviene de un pueblo de la Castilla ultraprofunda. Digamos que para adaptarnos al esquema reducido y simplón de tu análisis conozco la parte "ilustrada" de mi ciudad y la parte "cateta".
Ambas tienen su lado bueno y su parte menos bueno.En el poblachón feudal que dibujas, no tendría cabida los Cines Casablanca,(reducto del cine de sala pequeña, sin palomitas y cuklto por el cine independiente y la versión original) el número de librerías que existe, el interés real por el vino alrededor del cual hay también mucho fantasma y mucho envidioso que al no saber apreciarlo, se empeña en que los que si saben son todos unos cretinos engolados. En tu poblachón feudal no cabría la proliferación y tradición polideportiva, ni sus museos, ni cienmil cosas que al parecer no has tenido tú, -que te pasas la vida observando y juzgando-,la habilidad de disfrutar.
En tus juicios hay una parte de verdad, pero te has perdido la parte mejor de mi ciudad. Y el fallo es tuyo, amigo.Te deseo que en tu próximo destino estés más atinado.
Que te vaya muy bien y que seas feliz.
Olé tu!!
EliminarSuma a todo lo que dices la falta de sentido del humor
ResponderEliminarEn tu caso muy acusado ,por lo que se ve
Pues con esa tara, en concreto, no me reconozco. Aunque uno no es buen juez , ni buen abogado de si mismo. Un buen púgil sabe pegar y encajar. No tengo inconveniente en reconocer tu brillantez y lucidez, de las que he disfrutado en no pocas ocasiones. Pero encajas muy mal, amigo. Si fueras capaz de dirigir tu capacidad de percepción hacia ti mismo,-como le dice Starling a Lecter-, harías un post brillante de porqué tu magnífico blog se quedó sin una sola voz disidente, que mereciera la pena ser escuchada.
ResponderEliminarGracias por lo que me has enseñado. Siento lo que te has perdido. Te deseo que seas feliz, de veras. Ojalá te vaya muy bien.
Insisto: no te tomes tan en serio la vida, y menos la de Valladolid, con sus vinos, sus librerías, su tradición polideportiva, y sus museos...te faltó añadir, el lechazo, y sus mujeres, y el alcalde.
ResponderEliminarCon tal de ser un cuarto de feliz de lo que soy aquí, me vale.
Chotearme de de los disidentes ha sido uno de los mayores motivos de felicidad: aguantan poco, sobre todo sin son de Pucela..
Ya le digo: se lo toman todo muy en serio.
No añadas nada por mi, si no te importa. No olvidé nada .Aunque si te hace ilusión incluyo a las mozas, al Alcalde y a la Virgen de San Lorenzo.
ResponderEliminarYo no me tomo en serio casi nada. Me extraña que no te hayas dado cuenta...Y tú te tomas en serio a cada imbécil...Y no te hagas trampas al solitario: no aguantas que te lleven la contraria. Acabas cayendo siempre en descalificaciones personales, con independencia de la categoría e intención del interlocutor. A eso le llamas tu chotearte?.
Ninguno de tus brillantes habituales, -de los que también se aprende mucho, por cierto-, te hace la más mínima enmienda.
Eso sí, te he visto enganchado a lo largo de estos años con cada cretinillo de tres al cuarto...A ver si te va a faltar a ti el sentido el humor...