sábado, 6 de diciembre de 2014

UNA FORMA DE SER.


Cada vez desconfío más de la moral. O, mejor, no me fío nada de la moral. La moral entendida como conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social determinado que sirve de guía para el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal —correcto o incorrecto— de una acción o acciones).

Me parece una trampa, y un modo de hacer muy superficial. Casi casi lo único que pide es obediencia. Y no entiendo muy bien que sólo obedeciendo hagas actos buenos o malos. Conozco gente que obedece muy bien y, sin embargo, están muy lejos del bien. A veces no están en ninguna parte

Eso de que los actos pueden ser “buenos” o “malos” dependiendo de si se adaptan a una norma exterior suena muy infantil. Está bien para los niños.

Prefiero guiarme por la Belleza o Fealdad de mis actos. O por el Orden o Desorden de lo que haga, o la Alegría y Tristeza de mi vida.

Escrivá, fundador del Riazor Dei, decía : “ si alguna vez hacéis alguna muy gorda, al menos que tenga gracia”. Siempre me llamó la atención la frase. Y tiene toda la razón. Se puede hacer muy gorda y que sea algo muy triste.

Hay quien se separa de una manera muy fea, o que trabaja de un modo aburrido, o que educa que es un plasta, o que trata a su mujer con el entusiasmo de un marsupial, o que como novio es un legañas...no hacen nada mal, incluso se puede decir que son “buenos”, pero no creo que valga la pena una vida así.

La vida se vive, y las dudas se resuelven preguntando. Pero en morales de buenos y malos no hay preguntas, hay catecismos.



2 comentarios:

  1. Parafraseando a MacArthur ("en la guerra no se trata de que tú mueras por tu patria, sino de que los demás mueran por la suya") en la moral no se trata de que los demás sean mejores, sino de que tú seas mejor.
    Luego está que cuando hablamos de moral pensamos en el sexo, probablemente por la parte emocional que tiene. Nadie se propone si es moralmente malo utilizar una "tarjeta black" o pagar a fontanero en negro o gastarse 80 euros en una comida para uno o utilizar el púlpito para discursos políticos. Y nada ha cambiado tanto a lo largo de la historia como la moral sexual (antes se consideraba ilícito tener relaciones sexuales cuando no hay posibilidad de hijos y ahora los métodos naturales fomentan la sexualidad cuando no hay posibilidad de hijos, aceptando todos los daños colaterales en el amor entre los esposos, al que se considera el bien más elevado del matrimonio solo de boquilla y luego, claro, vemos que matrimonios modelo con siete hijos presidentes del AMPA se divorcian).

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  2. Conforme los temas se complican, cuando aparecen más incógnitas que ecuaciones y los grandes retos intelectuales se convierten en sistemas abiertos e indeterminados, nos esforzamos mucho en encontrar respuestas que resuman una cosmología propia e íntima.
    Y claro, nos hacemos un taco.
    ...
    Entonces descubres el poder simplificador de la regla del nueve, de los divisores del tėrmino independiente, la frase del abuelo cebolleta que alumbra ese recóndito rincón de duda.
    Si eres capaz de explicarlo para que un muchacho lo entienda, entonces es que tú lo has entendido.
    Si no te avergüenzas de contárselo a tu madre, es que no has hecho nada vergonzoso.
    Si tu amigo te escucha en la barra de un bareto y al final te indica que eres un jodido desastre, es que se puede contar sin pena.
    Y si la otra persona levanta una sonrisa tan ancha como el Canal de Panamá, es que la cuestión no era tan trágica.
    ...
    Y si tu Papa reza en público y te indica que no has de tener miedo, es que alguien que te ama te quiere ver feliz de una puñetera vez.
    Sin obligaciones carcelarias.
    Libre, como un pescador de Galilea dispuesto a escribir cartas a los Tesalonicenses, feliz de empujar al viento.
    Con el coraje preciso para navegar por un mar bravo.
    Sin miedo, ni vergüenza.
    ...
    Bajo un cielo azul, hermoso y gratuito.
    Tal y como se veía desde el monte del Calvario.
    Y sólo había que levantar el cogote para dirigirte al mismísimo Creador.

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