sábado, 18 de febrero de 2017

DONDE ESTÁ DIOS

No soy panteísta  , pero si santa Teresa escribió que Dios estaba entre los pucheros . Y  San Juan de la Cruz decia a los fieles; «distingo en mi alma las almas de los que mas amo; me miro en Jesucristo y veo en él reflejadas todas las criaturas. Vosotros y yo somos seres distintos en el mundo; en Dios, nuestro origen común, somos un solo ser y vivimos de una misma vida.»

La fe  también se transmite  en el  amor a las cosas creadas . No estás  lejos de Dios si lo sabes  ver.   También es el blando silencio de la nieve. En  las paredes  del Castillo  de  Tiedra  donde duerme la  mujer  que enamoró al misionero  que pasaba  por allí. 

Dios es el violonchelo de  Pau Casals ,el aria  E lucevan le stelle de Puccini, y el mármol que esculpió Miguel Ángel que le llevó a gritar "¡habla!". Está en las coreografías  de  Gillian Lynne. En el canto gregoriano de la abadía de Solesmes. En los latidos del corazón de tu pequeña. 

En  esa profesora  que  te enseñó a escribir  los primeros palotes. En la enfermera que  no pone cara de asco al limpiar tu mierda. La  risa  que  te provocó el amigo ganso.

O  está en  la sustancia de un potaje bien trabado . En la sopa de ajo que hacía Manuela. Y al mismo tiempo palpita en las aguas del Lago de Marboré , o en la tormenta  que trae  la lluvia.  Está en el belfo espumoso de tu perro, En  los ojos de los caballos ,  y en ciertos versos de Salinas. 

Este  invierno   Dios comenzará  a crear unas vidrieras  de colores  imposibles . 

La vida sólo podrá terminar felizmente cuando Dios se confunda con el  queso rayado parmesano, la   escarola , el ajo bien picado ,  y un aliño de aceite de oliva, con  anchoas  de nuestra ensalada , junto con  los rubíes de la granada. 

Sí, también Dios está allí.
Ensalada Caesar (México)
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RADICAL LIBRE: EL MUNDO MAÑANA SERÁ MÁS PURO

1 comentario:

  1. Dios está en la mirada de Moisés, un gitanillo que me miente para conseguir comida para sus hermanos pequeños.
    Y me miente de corazón, que es la forma más tierna de mentir.
    Sus guasaps son auténticos.
    Vesino, déjame cinco o seis euros pal autovús, que tengo que llebar al pequeñīn a que le salen un grano je lasalío nel Cueyo.
    ..,
    Nunca le doy dinero. Compramos juntos comida.
    Y cuando se despide y me da las gracias, me da por llorar.
    Debo ser gilipoyas.
    Pero nunca vi tan cerca a Dios.

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