“Jamás renunciaría a la locura de este mundo, —escribe Faulkner— a pesar de su infinita tristeza”. Gaham Green escribió que "si conociésemos el fondo de todo tendríamos compasión hasta de las estrellas".
Chesterton afirmó que las dos cárceles que amenazan la libertad de los hombres son la cárcel del puritanismo y la cárcel del pesimismo. Las dos las conozco bien. Y el mismo escritor ofrece una salida a las dos: el cuarto de los niños: “guarda goces que el puritano no puede prohibir ni el pesimista negar”.
Me escondo debajo del faldón de la mesa camilla donde fui todo lo que después he sido en la vida.
Me escondo debajo del faldón de la mesa camilla donde fui todo lo que después he sido en la vida.
Hay al final de Otelo un momento extraordinario. Desdémona, consciente de que no logrará convencer a Otelo de su inocencia, le pide que al menos la regale esa noche. “Por favor, le dice, mátame mañana”.
¡Es maravilloso!: ese tiempo robado a la muerte es el tiempo para contar una historia. Contar para seguir en el mundo contemplando su locura y su belleza. Tuvc esa misma experiencia en casa de una mujer. Pasé una convalecencia con ella , y fue la mejor de las despedidas.
¡Es maravilloso!: ese tiempo robado a la muerte es el tiempo para contar una historia. Contar para seguir en el mundo contemplando su locura y su belleza. Tuvc esa misma experiencia en casa de una mujer. Pasé una convalecencia con ella , y fue la mejor de las despedidas.
Lo cuenta Boccaccio : dos amantes muy jóvenes se han enamorado y ella, que no sabe cómo librarse de la vigilancia de sus padres, finge pasar mucho calor en su alcoba durante las noches y logra que le dejen dormir en la terraza, donde el aire es más fresco y donde podrá disfrutar del canto del ruiseñor. Será allí donde se reúna con su enamorado. Mas una noche, tras el repetido goce, la parejita se queda dormida y el padre de ella les descubre al amanecer en el lecho. Ambos están desnudos y ella tiene en su mano el sexo de su amigo. El hombre corre a buscar a su esposa y le dice que se levante de prisa y que vaya a ver cómo su hija ha cogido y tiene en su mano el ruiseñor que tanto le gustaba. Los dos deciden hacer la vista gorda y limitarse a casarles.
El sexo como algo maravilloso, a cuya gozosa ley hay que rendirse. Es el regreso al “cuarto de los niños” al que se refiere Chesterton.
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ESPACIO RADICAL LIBRFE: LEER COMO SE COME.
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