Vivimos de la simiente que otros sembraron en nosotros. "Salió el sembrador a sembrar..." , y no siempre el sembrador fue buena persona, ni la simiente era de calidad. Se habla de la tierra donde cae...¿y si el agricultor es un jornalero a sueldo que le importa todo nada?
Antes de que alcanzará el uso de razón ya me inocularon todas las creencias fundamentales de las que no he podido desprenderme en toda mi vida.
Mi madre me dio de mamar y , simultáneamente , me cantaba al oído canciones de cuna que hablaban de ángeles, de que si no me dormía vendría el coco, de dulces sueños.Esa voz, y esas caricias , y esas creencias, que son muchas, las recibí en mi corazón de niño en una lengua que permanecerá dentro de mi para siempre.
Esa madre, y mi padre dejaron una huella indeleble en lo más profundo de mi .
Es el primer ingrediente de la magdalena de Proust.
Los cuatro angelitos que guardan mi cama no podrán hacer nada para tapar las broncas de mi padre y. además del demonio que temías cuando cerraban la luz del pasillo. Todo eso quedó acortezado en mi subconsciente.
Después alguien me pregunta a quien quiero más , a mamá o a papá, y uno no sabía qué contestar. La magdalena de Proust tomaba sabor y consistencia.
Y llegaron las lecciones del catecismo,el miedo al infierno, el rezar mientras me masturbaba para que Dios se apiadase de mi y no me muriera en el acto . Me enamoro y me veo sucio en mis miradas, y tengo vergüenza. No consigo dominar mis pensamientos.
Rezo, aprendo a atarme los zapatos, soy de un equipo de fútbol, colecciono posavasos de puticlús con un amigote malo, voy a un club juvenil para desembarazarte de la sombra de mis padres, llevo una doble vida que no consigo embridar, me escapo al Plata a ver tetas, rezo a la Virgen con angustia, las primeras lágrimas delante de mi madre que me ha cazado regresando a casa a las cuatro de la mañana con 15 años...
Lloro porque estoy enamorado. La primera curda de muchas. Un cura me mete mano en un cine. Los castigos del colegio los sábados de cuatro a seis.
Salgo al mundo. Barcelona, Lérida, Tarragona, Valladolid, todo atormentado, vivo en el desvarío...me enamoro como un perro, vuelvo a empezar...se me muere la persona que más quiero,otra vez solo. Guatemala. Te engañan. Regresas...
Aparece Ana. No estoy bien. ¡Otro cruce de caminos!.
Aparece Ana. No estoy bien. ¡Otro cruce de caminos!.
La magdalena ya está bizcochada, envuelta y formateada .
Un día, cualquier día, trato de desmontar todas las piezas que constituyen mi alma ,y pruebo la magdalena y, de repente, ¡pamba!: me resulta muy difícil separar la razón de la creencia, la educación de raíles que llevo en la memoria, de mi libertad , la voz de mi madre cantándote una nana, de la bronca de mi padre porque eras un vago.
A mis padres, y a toda esa gente que me ha educado en la vida, le importa nada lo que ese niño que fui haga después a lo largo de su vida. Porque están convencidos de que una tarde de tristeza, de melancolía , emergerá todo eso dentro de una magdalena...y al final saben que, aunque medio muerto,volverá el hijo pródigo a casa.
Y en esa casa están ellos: Dios, la Virgen, mis padres, mis hermanos,mis amigos, esa gente con la que entregué buena parte de mi vida, mis alumnos, esas maravillosas tertulias cantadas, las mujeres que amé, Carlota, Roser, Marieta, Manuela, Ana, María José...
Y en esa casa están ellos: Dios, la Virgen, mis padres, mis hermanos,mis amigos, esa gente con la que entregué buena parte de mi vida, mis alumnos, esas maravillosas tertulias cantadas, las mujeres que amé, Carlota, Roser, Marieta, Manuela, Ana, María José...
Pero,¡ojo!: sé que en esa casa a la que regreso no siempre está mi padre Dios. A veces el sabor de la magdalena puede confundirme.
Sigo regresando...
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ESPACIO RADICAL LIBRE:¡OJO SI PIDE TIEMPO Y ESPACIO!
Sigo regresando...
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ESPACIO RADICAL LIBRE:¡OJO SI PIDE TIEMPO Y ESPACIO!
Dios es en realidad el repostero que hace las magdalenas en un garito de mala muerte, en un hotel de cinco estrellas o en tu casa un domingo a las cinco de la tarde.
ResponderEliminarEl Señor Repostero se lo pasa en grande. Esparce harina sobre la mesa de madera en la cocina, prepara la masa con sus propias manos, la introduce en el horno de leña y le pega un calentón del carajo.
La magdalena se hincha y gana volumen a la par que sabor.
Luego las deja reposar y la cocina se llena de sabrosos olores azucarados.
Al atardecer el repostero sube a la terraza con un plato de magdalenas y una botella de agua mineral.
Se las come de forma deleitosa y pega pequeños sorbitos de agua de Solares.
Mira a los pájaros volar a esa hora del atardecer donde las aves cambian de campo para buscar refugio.
Y exclama: " Están cojonudas. Soy un crack ! "
...
Tú te sientes un maldito producto industrial, confeccionado a base de máquinas automáticas que te hacen ser una magdalena en serie.
Pero no.
Te han hecho con mucho cariño y una gran generosidad, muchachito.
Y ¿sabes?, estás para comerte.
Muchachit@ !
Suso muchas gracias por tus reflexiones sinceras. Me ayudan y creo que tu estás más cerca que yo en el proceso de retorno del hijo pródigo. Quizá yo todavía no he comenzado el regreso pero... se que lo comenzaré.
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