Los cuentos, mitos, leyendas , aparecieron en la
tierra con los primeros hombres.
Gracias a
esa maravillosa capacidad que tenemos de
crear ficciones, inventar historias, aquellos hombres
prehistóricos pudieron habitar la tierra sin morir de frío. En días
de tormenta el fuego y la voz que cuenta daban el mismo calor.
El fuego,
que diversificó la dieta, templó las herramientas, alargó el día —y por lo
tanto también la conversación—, ahuyentó a los depredadores
La cosa
uno se la imagina así: alguien se inclina sobre otro que
está enfermo, empieza a contarle la maravillosa leyenda de los albores, el
torbellino de finisterre, el carnaval de los dioses, y mediante esa voz que
inventa, llega un poco de luz a la oscuridad.
Mientras,
fuera de la cueva, llueve con furia, nieva, o la
ventisca silba rabiosa.
Y también el amor. Probablemente fuesen amores que se cantaban.
Esa es la medicina más antigua del mundo. El hombre que se inclina sobre su la mujer adormecida por el cansancio, y canta una cancioncilla. La madre que tararea una nana a su niña dormida. Los brujos que hablan con dioses terribles que transmiten órdenes muy crueles a sus fieles.
Así comenzó todo,
y así seguimos
ResponderEliminarMe preguntaron por el mejor cuento del mundo.
Abrí una caja de zapatos, donde guardo recuerdos.
Fotos, escritos, entradas.
Tras rebuscar un rato lo encontré, un ejercicio de cuando se aprende a escribir.
La profesora puso: "Inventa una historia".
Debajo, en media cuartilla, con los renglones torcidos y una letra de muy principiante, estaba escrito:
"HABÍA UNA VEZ UN JARDÍN, DONDE SIEMPRE HACÍA SOL.
UN DÍA SE FUE EL SOL Y APARECIÓ UNA LLUVIA.
Y HABÍA UNA PIEDRA QUE PARABA LA LLUVIA "