jueves, 7 de septiembre de 2017

SI QUIERES...

Ayer  pasé  a  rezar  en el Monasterio  de sant  Cugat. Estaba  bañado de una  luz  maravillosa, irreal, traslúcida,  de  una  gracia fina, suspendida  en un atmósfera  densa, que se palpa. El silencio intenso  invitaba  a  la  plegaria.

A  esa  hora  ,  la  luz  del sol a través  de las  vidrieras  vetadas    proyectaban  haces policromados  que  daban  un aire de  recogimiento al templo.  

Cuando veo  vidrieras  como  éstas, recuerdo   una  metáfora  que   hace  referencia al emplomado  que sostiene  las piezas  de cristal vitrificado. Ese  plomo soldado  es  nuestro cuerpo, que sostiene un alma  que  deja pasar la  luz de  la Gracia.   La  muerte sería   el abandono de esa  plomada, y el abrazo del alma a  la Luz.  

Hay cosas a las que habría que atender con un mimo extremo, con atención , como la luz traspasa las vidrieras  esta  mañana  en el  Monasterio . ¡ Dios, qué  lejos  me  encuentro de Ti!


Algunas cosas emergen , otras se ocultan, y otras parece que siempre han estado ahí, como las  plegarias  que libera  una  anciana  en la capilla del Santísimo , dando a las paredes, y a mi alma, una frescura y una paz sobrenatural  y  esponjada.

No  sé  rezar,  nunca  he sabido. Me  gustaría vivir con una balanza minúscula, como esas que usan los joyeros. En uno de los platillos poner la sombra, en el otro la luz. Aquí, en lugar sagrado, un gramo de luz, hace de contrapeso a toneladas de sombra.

Un gramo de amor compensa y equilibra todo el fango de mi vida....¿pero tengo esa  pureza  de quilates en mi  corazón?

Salí   con paz , nuevo, como recién duchado después de  mucho  tiempo andando  de  aquí  para allá.





1 comentario:

  1. La luz.
    La luz es la sombra arrojada por Dios sobre los hombres.

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