viernes, 29 de septiembre de 2017

LOS CONCIERTOS DE BRANDEMBURGO Y EL REFERENDUM

Escucho  los conciertos de Brandemburgo . 

De pronto, una espiral de semifusas me arrebata el corazón  y se lo lleva muy lejos impulsado por la música.  Cierro  los  ojos , estoy  como   en órbita. Comienzo a navegar pensando en el  próximo referendum  que  aquí se  va  a  celebrar. Una patraña colosal, un   exceso de  mentiras, un  sidral de cursilería  y sentimentalismo manipulado  por consignas que  llegan a los  móviles   de  miles de  personas, muchos críos entre ellas.

Viajo   transportado  a bordo de un incontaminado violín de Bach. 

Desde lo alto contemplo la jaula de grillos que he dejado en Cataluña , donde mis mejores amigos riñen y se debaten ante algunas indecentes preguntas que les han formulado. ¿Quieren ustedes  la  independencia ? ¿Se sienten ustedes libres  en la  situación  actual? ¿No les gustaría matar al  fascista español  con sonrisas democráticas ? 

Un delirio  que  ya  hemos  visto  muchas  veces  y que  siempre  terminan  en lo mismo: mucho dolor.

En realidad me acabo de fugar hacia mi particular cielo -  todo  mi  desprecio a esa  Iglesia  cobarde y  tibia , perdida en un cisma que no quiere reconocer,  y   que  padece una hemorragia de  fieles por una herida   que  le  sangra y que parece no cicatrizará .

Estoy en el segundo  Concierto , en el andante . Aspiro a ser tan puro como el   azul . Con los ojos cerrados  miro  abajo y veo nítidamente el suelo de esta  Cataluña  dividida. Mientras media humanidad   está sentada en un cubo de basura, millones de niños muertos de hambre, millones de adultos cebados con tocino, pero cagados de miedo, y también descubro a unos señores concretos que hacen un negocio redondo fomentando el terror.

¡Imbéciles! : sólo exigen tu  fe en  una  nación  para engordar su  cartera.  ¿Lo dudas? . 

Navegando más  allá de  mi mismo  embarcado en Bach  no soy un hombre realista, sino un pobre sentimental  . No me siento europeo. No me siento nada. Tal vez soy  simplemente un tipo  que flota en el cielo de otro Corazón,   lleno de dudas. 

¿Me dejaré avasallar por unos mercaderes impresentables que intentan explotarme con el miedo y quimeras infantiles? ¿Ayudaré con un voto afirmativo  para que unos sujetos corruptos y  porcinos sigan haciéndose ricos? ¿Contribuiré con mi pobre aquiescencia a los gastos  astronómicos e inútiles para hacer  un país más socialista e intervencionista? ? ¿Podré mirarme al espejo sin despreciarme después de decir sí a todo eso? 

El concierto ha terminado. No  votaré  por salvarme a mí mismo. 



2 comentarios:

  1. Yo me estoy planteando votar dejando de marcar la casilla de la Iglesia católica (¿católica?) cuando haga la renta.
    Pienso que es de justicia social que sea financiada por aquellos para quienes trabajan. Ya les escribí un correo hace unos meses sugiriendo que se deberían dedicar a predicar a Jesucristo.
    Estoy harto de sermones insulsos y de no encontrar sacerdotes que administren los sacramentos. Creo que os conté de un cura amigo mío que deja el sacerdocio porque está harto del politiqueo en la Iglesia catalana: puede tener razón o no, pero ahí queda.
    Pero esto no es lo más grave. Es que son muuuuuuuy tontos, mucho, muchísimo. Después de la matanza durante la guerra civil apoyada por ERC, un partido que sigue siendo anticlerical... Por lo menos como homenaje a estos mártires. Qué horror!!! Y encima ERC dice que la Iglesia debe pedir perdón por su papel durante el franquismo y estos tontos piensan que sí, que tienen razón y que nosotros muy malos muy malos.

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  2. Todo se va al infierno.
    Disputas, despidos vía movistar, falta de fe, injusticia y pérdida absoluta de dignidad y sentido común.
    Una niña de diez años que me conoce mejor que nadie en el mundo me pide un cuento para el cumpleaños de una amiguita.
    Me rompo las meninges, se lo escribo en unos folios con letra clara y la niña me lo agradece con una sonrisa sincera.
    ...
    Vuelvo al infierno vestido tan solo con esa sincera sonrisa.
    En la cola de la perdición soy el condenado que aguarda el fuego eterno, con una libreta y un lápiz en la mano.
    ...
    El realidad la niña es quien me puede salvar.
    Me conoce mejor que nadie.

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