Hoy me doy cuenta.
Cuántas veces he pensado, ahora, cuando está la vela acercándose al pábilo y ya es demasiado tarde para intentar nada, que si yo fuera un verdadero tigre del Example ( así nos llamábamos en el club Bauprés, en Barcelona) , un hombre de verdad, que supiera dirigirse directamente hacia su presa con la garra directa al cuello de la vida , y no este hombre de broma que soy.
Si yo hubiera sabido sopesar las situaciones o pararme más de un minuto seguido en el mismo tema, si hubiese dedicado años a especializarme en algo que de verdad me gustase, o me hubiese hecho ganar dinero en lugar de paladear todos los manjares y visitar frívolamente todas las mesas, picando de aquí y de allá, yendo de flor en flor, perezoso, soñador, divertido de lo que de verdad importaba, ¡entonces qué tío hubiese sido! ¡entonces sí que deberíais compraros unos ojos y unos oídos nuevos para leer mis libros, o escuchar mis canciones, o envidiaríais mi posición y prestigio , ahora transformados en estrellas de nueve puntas!
Si yo hubiera sabido sopesar las situaciones o pararme más de un minuto seguido en el mismo tema, si hubiese dedicado años a especializarme en algo que de verdad me gustase, o me hubiese hecho ganar dinero en lugar de paladear todos los manjares y visitar frívolamente todas las mesas, picando de aquí y de allá, yendo de flor en flor, perezoso, soñador, divertido de lo que de verdad importaba, ¡entonces qué tío hubiese sido! ¡entonces sí que deberíais compraros unos ojos y unos oídos nuevos para leer mis libros, o escuchar mis canciones, o envidiaríais mi posición y prestigio , ahora transformados en estrellas de nueve puntas!
Pero después pienso justamente lo contrario: en realidad, si yo hubiera sido esa persona solvente, ese tío que va como diciendo " yo y mi pecho somos uno!", ¡apartaos!, seguro que habría dedicado mi vida a algún objetivo y no a hacer lo que he hecho, que es preciosamente eso, divertirme, ir de aquí para allá, componer y cantar mierdas de canciones , escribir tonterías, que es la ocupación de los que odiamos los objetivos.
Quién que sirva para la vida se iba a esconder en un proyecto de hombre hecho a sí mismo, exitoso y pagado de sí mismo.
Yo no.
Yo no.
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