Cuando una persona nos quiere, nos quiere de verdad, nos da una oferta ilimitada de crédito.
Uno en todos estos años que estuve con Manu decepcionó unas cuantas veces, le dejé colgada otras cuantas más, y ella se comió unos cuantos marrones. Omiití algo adrede, o me escurrí cuando deseaba algo con todas sus fuerzas. También hice cosas que de ninguna manera ella esperaba que yo hiciera, o me comporté como no debe hacerlo un caballero.
Pero ella, en lugar de cortar el crédito y dejarme a la intemperie, tieso y desangelado, esperaba a ver si no siempre uno era así, a ver si sentaba la cabeza, a ver si luego, en otro momento, me daba cuenta de que hay alguien más que yo y sólo yo, a ver si recapacitaba un poco...incluso si ella misma podía llevarme con más tacto.
Gracias a Dios , cuando parecía que el préstamo se agotaba y apenas quedaba saldo, se renovaba graciosamente, y sin necesidad de avales.
Quizás no es amor, es más que amor.
En otras instituciones, no sólo en las bancarias, también te retiran todo el crédito en tiempo de crisis....toma nota.
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