Hay momentos que veo las sobras de mi vida en las bolsas de mis desperdicios.
¡Extraña sensación esa de ver restos de cosas tuyas envueltas y anudadas de cualquier manera!
Tras el cristal , en la noche bufa el viento.
Qué tristeza: un pordiosero hurga revolviendo esa porquería donde hay retazos de ilusiones, fotos recortadas de personas, historias que fueron mías.
En esa bolsa está la parte que te tocaba a ti de aquel nosotros. Y ese viejo remena toda esa mierda como quien espera encontrar un tesoro.
¡ Si él supiera!: allí faltas tú, mi media vida.
Yo lo noto: estoy confuso, en el devarío, deshilachado y roto por las hechuras.
¿ De verdad se puede hallar un tesoro en esa inmundicia de uno?.
Parece que ese hombre sí.
Nuestro pequeño y ratito niño odiador , que había sido invitado a sentarse en mesa de los mayores del Barullo, queda excluido. Se meó encima.
ResponderEliminarEsto pasa por darle cancha.
Mientras lo llevaban al váter iba gritando " ¡¡¡ Hijos de putaaaa, zorrasss, follamadres!!!
Jaja jajajaja jaja jajajaja jajaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja jaja jajajaja
ResponderEliminarTengo para mí que se trata del cornudo.
ResponderEliminarNo. Es gay.
ResponderEliminarPues no se entiende tanta inquina, salvo que fueras tú el objeto de su deseo frustrado.
ResponderEliminarEs muy celoso.
ResponderEliminarAlgo ha cambiado. Ahora escribe muy de noche. Tal vez le destinaron a otro centro....porque, sí, es de la prelatura.
Hace un tiempo uno me dijo quién era. Pero que siga . Me sigue desde hace años y probablemente yo sea lo más divertido que le suceda.
Está muy solo.