domingo, 11 de octubre de 2020

HIJOS QUE SÍ, HIJOS QUE NO.

A veces, con los hijos pasa como con el dibujo: no te sale como lo imaginabas. A un dibujo lo puedes romper y volver a hacer, borrar, pero con el hijo, con el hijo de verdad... eso no lo puedes hacer. 

Eres una madre que hubieses aceptado sin dudar un hij@ Down. 

Pero no,  no salió Down.  Resulta que es normal. 

Todos los niños que nacen, pero sobre todo los más necesitados, los que sufren a causa de la enfermedad, la pobreza o la injusticia, son poéticos porque nos hacen pensar en la hija del faraón rescatando a Moisés de las aguas. También ese hij@ enfermo  flota en cestitos así, van a la deriva, y esperan a alguien que los salve. Llevan una llama con ellos, una llama que no se debe apagar. 

Ocuparse de esas llama para muchos padres, y familias enteras, da todo su sentido a la vida, y al amor.

Uno de los motivos por los que queremos a los bebés es porque aún no han tenido oportunidad de agraviarnos...pero, ¡ ay!, el niño se te ha hecho mayor.

Ya en su adolescencia  no hubo forma  de encauzar  sus primeras reacciones , que te producían tanto rechazo  y,  por qué no decirlo,  tanta vergüenza ajena.  Un consejo ( que no me has pedido) aleja de ti la ideología,  la religión,  el  qué dirán,  y activa el amor incondicional.


Sólo el amor incondicional.


---------------------


SE ACTUALIZÓ "LA RECOMPOSICIÓN DE LA CRISMA!: AQUÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario