sábado, 10 de octubre de 2020

LOS ZAPATOS DE TU VIDA.

Van Gohg pintó sus zapatos, que  son  otro autorretrato.


También tus zapatos  dicen mucho de ti. 


Los zapatos están hechos para  vivir emparejados. Después, con el uso, el izquierdo tiene sus juanetes, el derecho  la forma curva de tus genuflexiones , que pueden ser de orar , o de besar los pies de tus amos.


Tus  zapatos   lloran  al recordar que un día calzaron a aquel niño que daba saltos al ir al colegio , que jugaba al fútbol en un patio infestado de niños , y un cura que se recogía la sotana . Zapatos que trepaban  a los árboles, que daban patadas  a las latas de la calle  , de   regreso a casa, cuando  aquella chica te dio calabazas 


Los  zapatos   de aquel chico enamorado que los frotabas al pantalón   para  lustrarlos antes de entrar al  Wellington.


Zapatos  de aquel joven con alma de  mártir que entrega su vida  a  un ideal que  le hizo pasar  noches de rodillas. Zapatos de   aquel hombre  enamorado que paseaba horas y horas de la mano de  una mujer que tenía  estrellas  en la mirada.


Zapatos  de un hombre  en paro que  va  pisando charcos y charcos , y regresa  a casa a  cenar pan  con lagrimas. Zapatos de   aquel anciano  que no puede atárselos  y su   mujer  se  arrodilla  para calzarlos. 


Tu  biografía  son tus zapatos, tu retrato, tu espejo. Todo comenzó con esos patucos que te compró tu madre, y siguió con esos primeros  pasos balbuceantes. O     aquellos que dejaste  en el  salón de casa  la noche de Reyes.


El alma , cuando  te agachas para  ponerte  los zapatos, también se abaja, y  queda  atrapada en ellos. Uno siempre es responsable de los zapatos que calza.


En  tu   memoria , aunque no  lo  sepas, están todos los zapatos que has llevado: los indómitos,  que te hicieron llagas que no has olvidado,  los flexibles, los dóciles, los  que  tuviste que tirar  porque eran de muy mala calidad:  así fueron , según  las  etapas de tu vida.


Ayer  por la noche vi  un hombre hurgando una papelera  con un zapato en la mano buscando con ansia el otro par. A veces pienso que la felicidad consiste en la inminencia de alcanzarla y en la certeza de no conseguirlo nunca.


¡Ojalá encuentres ese zapato y que tengas una historia  con  ellos  que valga  la pena!




4 comentarios:

  1. Contaba el padre de un buen amigo - ya en su vejez y millonario gracias a su esfuerzo, tras una durisima infancia pastoreando en Teruel y sacando adelante a sus hermanos cuando él tenía sólo catorce años - que sólo compraba los mejores zapatos y les daba lustre cada día para que le durarán casi toda la vida. Que eso era más barato que tirar un par detrás de otro por baratos que fueran.

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  2. Esto es más lamentable que Crónica.

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  3. ¡ Qué bueno!...¡ De Crónica, dice...

    ¡¡¡ Jajajaja jajajaja jajajaaa jajaja jajajaja jaja jajajaja jajajaja jajaja jajajaja jaja jajajaja jajajaja jajajaaa jaja jajajaja jajajaja jajaja jajajaja

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  4. A quien pretendes engañar.14 de octubre de 2020, 1:42

    Ya sé que soy más alto, más guapo, más listo, más rico, más santo y más cracioso que tú.

    Pero no es necesaria tanta efusividad.

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