A veces rezo sin creer.
Me siento cruzando las tres fronteras, la de la fe, la agnóstica, la atea. No tengo claro nada, y busco.
En la vida uno también se desmorona.
En “El hacha”, de Gary Paulsen, cuando un chico, a punto de que su avioneta se estrelle , ha muerto el piloto, y él se ha quedado solo en la cabina, únicamente sabe decir: «—Por favor —dijo Brian.
Pero ni siquiera supo qué o a quién pedir—. Por favor...»
A veces uno sólo sabe decir " por favor "...y no sabe a quién pide ese favor.
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