Qué hago cuando salgo a andar perdido y hacia ninguna parte?
Fantaseo, me hago mis películas, hablo en voz alta, saco del bolsillo mis tonterías cuando la necesito, para después volver a guardarlas y olvidarme de ellas.
También me sucede llevar cinco horas y darme cuenta de que no he pensado en nada. Vacío total.
Voy a mi bola. Imagino historias que no están relacionadas con la realidad. Es más, tienen la mala costumbre de sacarme de ella.
Después, en ocasiones, me persiguen incluso mientras duermo.
Pero también cuando despierto en medio de la oscuridad y te sientes trasladado de nuevo a ese lugar imaginario en el que hay un grupo de personajes atrapados, y a los que solo tú puedes rescatar.
Porque sólo tú conoces ese bosque, y sólo tú puedes volver para ayudarles a encontrar el camino.
A veces esas historias las escribo. Y a veces las público aquí, y en el Barullo.
Esto, andar, hacer fotos, cantar, leer, esto es lo que me gusta.
Sé que eso son gilipolleces, pero son mis gilipolleces. Cosas que no van a ninguna parte, por más que tú quieras verlos como algo crucial.
Eso te pasa a ti, piensas, porque estás enfermo, porque tienes una dolencia que no sabes controlar y que, lo que es peor, te gusta.
Estoy convencido de que todo esto no tiene ninguna trascendencia, pero, sin llegar a darme cuenta, le dedico más tiempo a mis rollos que a cualquiera otra cosa de mi vida . Porque puedo decidir sobre ellos. Porque es mi mundo
Me tomo en serio algo que todavía no había salido de mi cabeza.
Y eso es exactamente lo que hacen los artistas, aunque seas de medio pelo, como yo.
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