Hay un momento en la vida que eres tan mayor que llega un día en que dejas de cumplir años. Y no tiene nada que ver con la edad.
Veo entrar todos los días a un grupo de gente muy distinta a unas oficinas. Hay putos amos de las distintas empresas, directivos de pedigrí familiar , comerciales, administrativ@s, recepcionistas...Algunos entran en el portal con andares cansinos, como si llevaran una bola de hierro abrazada al tobillo , arrastando el peso de su vida, cansina, aburrida, sin aristas. Las conversaciones en los desayunos, comidas, son muy previsibles. Bastantes son muy jóvenes.
Esta gente solo cumple estados de ánimo, periodos de salud o de enfermedad. Estar bien o sentirte mal es el único dilema. Los análisis y radiografías tienen mucha más importancia que el número de hojas arrancadas al almanaque que llevan a la espalda.
La vejez es una tragedia irreversible, pero solo algunos seres privilegiados son capaces de convertirla en una obra de arte. Yo quiero ser uno de ellos. Te diré cual es el secreto:
En la comida lo más dulce se guarda para el final, también puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro físico siempre se produce por partes. Primero un órgano, otro, y otro. Hoy te alejas el periódico para leer mejor, mañana tienes una piorrea espantosa, pasado te duelen las articulaciones , cada órgano por separado. Pocas veces sucede un fracaso conjunto y total. Eso pasa si te das boleto a ti mismo, o te metes un meco a la salida de una curva contra un chopo.
Hay dos formas de envejecer: de dentro afuera y de fuera adentro. Esta última modalidad es la más evidente: la carne pelleja , la juntura de la ojera acuosa en la mirada, el color macilento de la piel, las articulaciones anquilosadas cuando sales del coche, las estríadas patas de gallo. En fin, todas esas miserias que nos pasan en el interior del cuerpo a partir de una edad: el bulto sospechoso que germina por aquí o por allá, la sombra en el pulmón, el veredicto infame del TAC.
Eso es ley de vida. Pero es menos patético que envejecer lentamente de dentro afuera. Puede que a eso se refiriese Jesús cuando habla de lo que mancha al hombre, eso que viene de dentro.
Si llega un momento en que todo te da igual, que andas con la puta bola de hierro arrastándote por la vida, que tragas con ruedas de molino la vida de mierda que llevas, con tal de que no te molesten mucho y el tren no descarrile . Que piensas que tu protesta o coraje no servirá de nada. Que has aceptado que eres un pringao. Que todavía tienes un cuarto en casa de tus padres para escapar allí a ver tus pelis , esperando a las 8 de la tarde para llegar a casa con los niños bañados y cenados...¿Y crees que ella no lo sabe?. ¿Y esperas fidelidad para un tío como tú ?
Si llega un momento en que todo te da igual, que andas con la puta bola de hierro arrastándote por la vida, que tragas con ruedas de molino la vida de mierda que llevas, con tal de que no te molesten mucho y el tren no descarrile . Que piensas que tu protesta o coraje no servirá de nada. Que has aceptado que eres un pringao. Que todavía tienes un cuarto en casa de tus padres para escapar allí a ver tus pelis , esperando a las 8 de la tarde para llegar a casa con los niños bañados y cenados...¿Y crees que ella no lo sabe?. ¿Y esperas fidelidad para un tío como tú ?
Eres un viejo por dentro aunque tengas 30 años. El alzhéimer no consiste en perder la memoria, sino en no recordar que la has perdido. Olvidar los sueños que en un momento de la vida te hicieron un tío acojonante, ese que volvió loca a esa mujer, será la prueba más evidente de tu demencia senil.
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