jueves, 1 de julio de 2021

DE DENTRO AFUERA, DE FUERA ADENTRO.

Hay un  momento  en la  vida  que  eres tan mayor  que  llega un día en que dejas de cumplir años. Y no tiene  nada que ver  con la edad.


Veo entrar  todos  los días  a  un grupo de gente  muy distinta a unas oficinas. Hay putos amos  de  las  distintas empresas,  directivos de pedigrí familiar , comerciales, administrativ@s, recepcionistas...Algunos entran  en el portal con andares cansinos, como si llevaran  una  bola  de hierro abrazada al tobillo , arrastando  el peso  de  su vida, cansina, aburrida, sin aristas. Las conversaciones en los desayunos, comidas, son muy  previsibles. Bastantes  son  muy jóvenes.

Esta  gente   solo cumple estados de ánimo, periodos de salud o de enfermedad. Estar bien o sentirte mal es el único dilema. Los análisis y radiografías tienen  mucha más importancia que el número de hojas arrancadas al almanaque que llevan  a la espalda. 

La vejez es  una tragedia irreversible, pero solo algunos seres privilegiados son capaces de convertirla en una obra de arte. Yo quiero ser  uno de  ellos. Te  diré   cual es  el secreto:

En la  comida lo más dulce se guarda para el final, también puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro físico siempre se produce por partes. Primero un  órgano, otro, y  otro. Hoy  te alejas  el periódico  para leer mejor, mañana tienes  una  piorrea espantosa,  pasado  te duelen las articulaciones ,  cada órgano por separado. Pocas  veces  sucede  un fracaso conjunto y total. Eso  pasa  si  te das  boleto a  ti  mismo, o te metes un meco a la salida de una curva contra  un chopo. 

Hay dos formas de envejecer: de dentro afuera y de fuera adentro. Esta última modalidad es la más evidente: la carne pelleja , la juntura  de la ojera  acuosa en la mirada, el color macilento  de la piel, las articulaciones anquilosadas cuando sales  del coche, las estríadas patas  de gallo. En fin, todas  esas miserias que nos pasan en el interior del cuerpo a partir de una edad: el bulto sospechoso que germina por aquí o por allá, la sombra en el pulmón, el veredicto infame del TAC. 

Eso  es  ley  de  vida. Pero  es menos patético que envejecer lentamente de dentro afuera. Puede  que a  eso se refiriese  Jesús cuando habla  de  lo que mancha al hombre, eso que  viene de dentro. 

Si llega un momento en que todo te da igual, que andas con la puta  bola de  hierro  arrastándote  por la  vida, que tragas con ruedas de molino  la vida  de  mierda  que llevas,  con tal de que no te molesten  mucho  y  el tren no descarrile . Que piensas   que tu protesta o coraje no servirá de nada. Que has  aceptado que eres un pringao. Que todavía  tienes  un cuarto en casa de  tus padres  para escapar allí a  ver  tus pelis , esperando a las  8  de la  tarde para  llegar a casa  con los niños bañados y cenados...¿Y  crees  que ella  no lo sabe?. ¿Y esperas  fidelidad  para  un tío  como tú ?

Eres  un  viejo por dentro aunque tengas 30 años. El alzhéimer no consiste en perder la memoria, sino en no recordar que la has perdido. Olvidar los sueños que en un momento de la vida te hicieron un tío acojonante, ese  que volvió  loca a  esa  mujer,  será la prueba más evidente de tu demencia senil.

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