Josep Pla oyó de boca de un payés en un bar del Ampurdán: lo malo que tiene el ser pobre es que te pasas toda la vida escuchando.
Así ha sido siempre. los pobres iban a la plaza a escuchar en el ágora griega, o en mercadillo medieval, o al feriante , o al cura en el púlpito de las iglesias. Hasta hace bien poco muy poca gente sabía leer y no quedaba otras que escuchar al que sí sabía.
Y ahora es la Televisión, la radio. Pero los pobres a escuchar
Hay que ver cómo habla el presidente Sánchez , paternalista, con un tono didáctico que huele celofán.
Ahora en el mundo la opinión pública ya es una papilla de una misma marca suministrada por las grandes empresas de comunicación. Escuchas las mismas interpretaciones sobre los mismos temas aquí, y en China.
Oigo una tertulia en una terraza y la gente opina sobre los asuntos más variados siendo espejo y eco de lo que acaban de leer en el móvil. No hay tiempo a pensar ni a digerir. No hay estómago para tanta información. Se nos ha inoculado la misma información.
Opinamos sobre los mismos espectáculos y mismos deseos de consumir los mismos productos. Tu eres ya un ser automático de pulsiones libres. O ese crees.
Rompe las cadenas. Apaga la televisión, no leas los periódicos. Sumérgete en el caos vital de la calle y cuando llegas a la otra orilla , al salir, verás un rebaño de miles de ovejas que beben de las mismas aguas . Deja que hierva en directo en la Televisión la olla podrida de la humanidad: el último desnudo de la actriz de turno, el doping de miles de deportistas rusos, la última patera infestada de famélicos que sueñan con el Dorado,
Oigo una tertulia en una terraza y la gente opina sobre los asuntos más variados siendo espejo y eco de lo que acaban de leer en el móvil. No hay tiempo a pensar ni a digerir. No hay estómago para tanta información. Se nos ha inoculado la misma información.
Opinamos sobre los mismos espectáculos y mismos deseos de consumir los mismos productos. Tu eres ya un ser automático de pulsiones libres. O ese crees.
Rompe las cadenas. Apaga la televisión, no leas los periódicos. Sumérgete en el caos vital de la calle y cuando llegas a la otra orilla , al salir, verás un rebaño de miles de ovejas que beben de las mismas aguas . Deja que hierva en directo en la Televisión la olla podrida de la humanidad: el último desnudo de la actriz de turno, el doping de miles de deportistas rusos, la última patera infestada de famélicos que sueñan con el Dorado,
los últimos corruptos que pasean en los telediarios.
Todo servido como el caldo en la cola de los pobres servido por el mismo empresario.
Hay una cosa más: los pobres han venido a este mundo a mirar. Ya no escucha nadie.
Sólo serás rico cuando no mires ni escuches.
Todo servido como el caldo en la cola de los pobres servido por el mismo empresario.
Hay una cosa más: los pobres han venido a este mundo a mirar. Ya no escucha nadie.
Sólo serás rico cuando no mires ni escuches.
Tu que eres tan ingenioso, deberías ilustrar a Pablo Cansado con novedosos insultos, se le acaban las ideas. Este sí huele a azufre. Siempre lo mismo, siempre,… llevas razón.
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