Caminando entre melocotoneros vi unas bolsas colgadas en los árboles.
Aquí embolsan los melocotones.
Los protegen de una mosca . Me dicen que los mejores embolsadores son los pakistaníes. Familias que hacen 4000 bolsas al día/persona.
Las llevan colgadas del cuello, con varias bolsas en la boca... y grapan una a una.
Llego a Escatrón. He visitado el Monasterio de nuestra señora de Rueda. Hasta allí tres horas de calorina. La visita vale la pena. Mucho.
Pido en un bar una cerveza con limón.
- Muchas gracias - digo a la camarera. Tienes unos ojos que si yo viviese aquí vendría mañana, tarde, y noche, sólo para verte.
Me da las gracias. El bar se alborota. Y uno dice:
- Aquí uno se gana un ostión
Sospecho que ese uno soy yo. Y que el marido no anda lejos.
- ¿ Alguno es el marido de la joven? - pregunto.
- Yo - contesta un paisano sentado a mi lado.
Es un tío cabezón, pelao al cero, vestido de albañil , unas manos como cazos, y dedos morcilleros.
- Pues ya perdonará, pero le aseguro que no he querido ofender a nadie.
Me pone la manaza en el hombro y pienso "¡¡¡ aquí llega la ustié! !!
- No señor, no hay nada que perdonar Lo ha dicho usted muy bien ... yo pienso lo mismo.
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