miércoles, 10 de diciembre de 2014

NO TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY.


11 comentarios:

  1. Mi teoría es que Cristina firmò por amor ( o confianza ) en su marido....
    Esa estrategia de la defensa es la misma que utilizaron muchos que confiaron en los directotes de banca con el asunto de las Pteferentes; "preferentistas" que luego fueron exculpados por los Jueces porque "no sabían" lo que firmaban.


    Tiene el cónyuge el derecho a firmar a ciegas ?

    ResponderEliminar
  2. Buenos dias suso.
    Claro que no somos iguales ante la ley,el pueblo se levanta y protesta, no nss dejan otra opcion, es una pena,xo es axi , porque luego si tu robas unaa bolsa de pan xa comer pum alante,venga ya hombre......esto no se puede aguantar,y q no se quejen,la gente se manifiesta x la dignidad, te rokpes la cara x trabajar porque ellos ze llenen el bolso y tu encima a la calle y comes que....no hay derecho.
    SUSO MUCHO ANIMO EN TAMAHU,DESDE AQUI , TE LLEVAS MUCHO AMOR Y A ELLA
    LA GENTE A LA QUE AYUDES TE SERA MUY AGRADECIDA, NORMAMMENTE SON MUY POBRES Y TU TE SENTIRAZ FELIZ DE AYUDARLES YA VERAS.mucho animoooóo y un abrazooooooo

    ResponderEliminar
  3. Estos días pasados leíamos la noticia de la presentación del retrato de la familia de Juan Carlos Borbón Borbón que hizo Antonio López: un cuadro para marujas de piscina, de pésimo gusto y calidad artística nula... hecho a partir de una fotografía, y encomendado a Antonio López por la razón exclusiva de que supuestamente es el pintor más cotizado. Vamos, que si hubiera vivido Andy Warhol se lo habrían encargado a él, el cual les habría tomado el pelo bien a gusto, aunque así al menos el resultado habrá sido más artístico. Una familia de verdaderos mamarrachos. Ese Juan Carlos, igual que su hijo (legítimo), cuando las cámaras del mundo les enfocan aparecen representando el papel de familia unida y preocupada por los problemas de los demás, „jugando a remediar“ (como dice la canción de Cecilia), pero cuando se apagan las cámaras y nadie les mira, a sus propios hijos y hermanos los barren debajo de la alfombra. Y todo el aparato estatal blindándolos. ¿Cómo es posible vivir en semejante mentira?

    ResponderEliminar
  4. Cuando les miro a los ojos me acuerdo del embargo de mi cuenta corriente por una multa de aparcamiento frente a un hospital, un día en que todo era mucho más urgente que acordarse de pagar por aparcar.
    Y de los ocho puntos del carnet que me han birlado por una cámara en pruebas, mal regulada, frente a un colegio (nunca me salta un semáforo en rojo y menos frente a un cole).
    Y me acuerdo de todas las veces que he acabado a tortas con la Administración, de las veces que me he tenido que saltar las normas en los hospitales, en las farmacias y en los servicios de urgencias para que atendieran a alguien.
    Ellos no lo saben, pero han formado a un anarquista.
    ...
    Si me miraran a los ojos, lo sabrían.
    Si tuvieran la capacidad de leer mi alma, conocerían mi falta de aprecio.
    Si tuvieran los santos cojones de escuchar, les tronarían los oídos.
    ...
    Me salto las normas cuando no son justas.
    Y pago por ello.
    ...
    Yo sí pago por ello.

    ResponderEliminar
  5. Yo también lo veo como Tomae, la Infanta estaba (y quizá siga) ciega de amor. Supongo que sabía lo que firmaba, pero estaba ciega, lo cual puede ser un atenuante pero no un excusante.
    Por otra parte, me temo que el Urdanga hizo lo que vió hacer, pero él no era realmente de la famiglia, solo un agregado que se puede soltar como lastre si hay que levantar el vuelo rápidamente cuando llueven chuzos de punta.

    ResponderEliminar
  6. La justicia no existe, por eso no es igual para todos. Benedicto XVI en la encíclica sobre la esperanza dice que la esperanza en que se restaure la justicia al final de los tiempos es el primer argumento escatológico.
    Estos juicios parece que se convierten en un negocio para todos: la radio, la televisión, revistas, libros.. No entiendo el papel de Manos Limpias por allí, se apunta todo el mundo.
    Me da un poco de pena Cristina. Creo que a estos señores les han cambiado las reglas en medio del juego. No hacían otra cosa que no hiciesen los demás, hasta el de Podemos se lleva la pasta sin trabajar en la Universidad y la diputada de IU tiene unos cuantos pisos de protección oficial (como la nomenklatura en los países comunistas). Y luego la familia desaparece, los amigos desaparecen (me recuerda al Betis cuando les preguntaba "¿no somos una familia?", pues no majete, no somos una familia, solo los somos cuando nos interesa, para heredar, por ejemplo).

    ResponderEliminar
  7. La justicia no es igual para todos pero analicemos la tendencia. Hace unos años el niñato de urdanga ni se planteaba esta situación. Hoy tiene por seguro unos años a la sombra y su esposa tragando saliva y apoquinando...

    ResponderEliminar
  8. No puedo ni quiero estar de acuerdo con Alco ni con Tomae. La teoría de que Cristina Borbón firmaba lo que le pusieran porque estaba encegada de enamoramiento la sostienen muchos, aunque sobre todo mujeres. Pero, aparte de que no sé si gente así es capaz de enamorarse, yo tengo otra teoría. En una entrada reciente se nos decía que el que es pijo de nacimiento no puede desarrollar la conciencia de que lo es. Por el mismo motivo, quien nace y crece en un ambiente de absoluta impunidad no puede desarrollar ninguna conciencia de delito y menos aún de culpabilidad. Urdangarín no nació en ese ambiente de impunidad, pero se asimiló a él en cuanto tuvo ocasión porque es lo que veía que hacían los demás en el nuevo mundo en el que pasó a moverse, y como dice el adagio, „haz como vieres“, sobre todo si „lo que vieres“ resulta tan tentador. Seguramente cada uno de nosotros habría hecho lo mismo. Yo creo que Cristina Borbón no puede tener conciencia de delito y menos aún culpa y que sinceramente se ve a sí misma inocente –sobre todo si sus abogados e incluso su fiscal (!!!) la reafirman en ese autoengaño–. Pero como nosotros sí que sabemos que es criminal y culpable aunque ella no lo sepa, nuestro deber civilizador es hacérselo entender y hacérselo pagar, por muy trágico que esto le resulte a ella, no por una cuestión de venganza y ni quiera de justicia, sino por una cuestión fundamental de educación: ella tiene que aprender. ¿Qué deber más cristiano que éste?: „Era tonta y me enseñasteis“.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qulombo, yo no digo que ella firmara ha ciegas (solo ella lo sabe) sino que la estrategia jurídica podía basarse en "ese derecho", estrategia que en otros casos -como el que cito- ha funcionado... y si funcionó para la plabe...tambien puede funcionar (utilizarse) para los de sangre azul ¿no querían que fueran iguales ante la ley? ...Pues si Cristina se hace la "tonta" o "enamorada" porque se lo aconseja su abogado ...allá ella.

      Saludos.

      Eliminar
  9. ¡Por amor! ¡ manda webs!
    La cuestión, creo yo, es si hay que cumplir las leyes o no, sean justas o no. La cuestión va de responsabilidad, también. Queremos, o no, ser responsables de lo que hacemos, de lo que firmamos...
    ¿Es el amor un atenuante? ¿Puede serlo? No se, como estar loco, o borracho, o que se yo.
    Peligroso el temilla...
    La infanta, enamorada o no, a mi, personalmente y a estos efectos me importa tres higas, es responsable porque la ley lo dice. Es responsable de lo que firma, como lo somos todos los que tenemos capacidad jurídica. Y conocía o debía conocer.
    Mi opinión personal es que el rollo este del,tráfico de influencias, de la corrupción, del tomad por ser vos quien sois, lo ha mamado desde la cuna, y la confianza y el descaro con el que se han comportado les venía del ejemplo del papa, que les ha apoyado todo lo que ha querido y podido.
    ¡Anda y que les den!
    El día que consideren el estar enamorado como un atenuante vamos listos. ¡Ese día, si que podremos decir eso de que el amor lo puede todo!

    ResponderEliminar
  10. En realidad recogia las migajas que dejaba el suegro.

    ResponderEliminar