Lo descubri tarde, muy tarde, y cuando lo descubrí , me aterroricé. Quizás mejor escribiría "me desalenté", pues fue como regresar al coche después de una larga excursión de horas de ascenso a un pico, y comprobar que has perdido las llaves.
Y estás solo en el Valle, a muchas horas del primer lugar habitado.
Y, lo que es peor: sabes dónde encontrarlas.
Hay que regresar, agotado de la caminata del día, anocheciendo, camino arriba otra vez.
Fue el día que descubrí - ¡vaya hallazgo!- que para mi decir "te quiero" no significa nada.
Había repetido tantas veces esas dos palabras, la había usado con tanto desparpajo, de una manera tan frívola ,con sentido y sin sentido, que había perdido todo el valor para mi. Decir "te quiero" no significaba nada.
Y, aquí se encontraba lo mollar del problema, para toda mi gente esas dos palabras sí tenían un significado bien profundo, y bien preciso.
Había rezado tantas veces "te quiero", había repetido innumerables ocasiones la jaculatoria "te quiero", canté a gritos "te quieros" sensibleros, lloré epidérmicos "te quieros", fingí "te quieros" por amor, muchas veces obligado por alguna mujer que si no le dices que le quieres, no cree que le quieres, y no para hasta conseguir oirlo de tus labios...
Me sentí avergonzado de mi mezquina condición. Porque lo descubrí cuando de verdad entendí que alguien sí me quería, ¡y de qué manera!.
No quería hacer daño, no pensaba en las consecuencias de esa manera de vivir tan irresponsable, pero comprobar los efectos devastadores de mi egoísmo en esa persona. Aprender esa lección pasados los 40 es un palo. Y, lo peor, ¿cómo desaprender la lección que has repetido como un loro?.
Se puede. Y lo primero que hay que hacer es aprender a quedar mal. Muy mal.
El problema de esta gente que nos hemos dedicado durante años a entregar nuestra vida a Dios, y hablar de Él, y del amor, y de "dile que Le quieres", o de "porque yo le quiero", y que si "yo os quiero", porque "amo al mundo apasionadamente", y "el amor es la fuente de mi vida", es que puedes pasarte años creyendo que es verdad. Y no señor: es mentira.
Tú, si te sucede, no quieres a nadie. O peor: sólo te quieres a ti.
Espero que descubras esa mentira pues, aunque el camino a desandar es largo y cansino, vale la pena recorrerlo.
Todo comenzará cuando a alguien a quien quieras mucho, y que ella te quiera - o él- le dejes muy,pero que muy mal por tu estúpido y engreído egoísmo.
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ENTRADA
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ENTRADA
A veces cuando viajo, paro en alguna iglesia de piedra.
ResponderEliminarMe atrae su robustez y su silencio.
...
Allí, sentado en un banco de pino, lo intento.
- ¿qué pasa Boss, cómo llevas la eternidad ?
- ¡ tú otra vez !, mira que insistes para nada, monada.
- ya sabes, ando perdido, como siempre.
- cuéntame algo que no sepa.
- derivadas parciales, ¿quieres que te las explique ?
- no me hacen falta vuestras herramientas de cálculo, recuerda, soy el Boss.
- miento, miento como un cosaco, y lo peor es que me miento a mí mismo.
- eso ya es viejo en tí.
- hice un trato contigo, intento no cagarla.
- pues vas de culo, chavalín.
- vale, como siempre me das la charla.
- me pagan por ello.
- eres fijo o eventual ?
- torpe, mentiroso y graciosillo. Te tengo fichado.
- bueno, ya que estoy aquí, voy a rezarte un rato.
- no era lo que estabas haciendo ?
- pues no, estaba hablando contigo.
- no es lo mismo ?
- deja las preguntas para otra ocasión, ando rayado.
...
...., amén.
- oye chico ! , a tí te digo !, te has dejado las llaves del coche encima del banco, figura !
- gracias, Boss !
- me llamo Jesús, desastre, que eres un desastre.
- perdona, es la costumbre.
- mira que me dais curro !
...
Suso
ResponderEliminarOtra canción. Te quiero
https://www.youtube.com/watch?v=lBPr7Uio1Tc
Muy acorde a DIFÍCIL DE EXPLICAR
Muy cierto todo y lo peor los que pasaron o pasan la vida entera allí dentro repitiéndose una y otra vez esas misma frases
ResponderEliminarTuve una experiencia muy parecida a la tuya, también en la cosa. Yo me pasaba el día pidiendo perdón a todo el mundo por cien mil pequeñas cosas. En el fútbol cada pase mal dado era un perdón. Ridículo. Hasta que un día me di cuenta de que lo hacía por mí. Ahora pido perdón cuando realmente corresponde y sí lo siento de veras, ya no es lo de antes. Misma formación, mismos defectos.
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