La historia es muy triste.
Aquel hgombre cuando apenas llevaba recorridos unos veinte kilómetros, volvía a llenar el depósito.
Aquel hgombre cuando apenas llevaba recorridos unos veinte kilómetros, volvía a llenar el depósito.
Parece, así me lo contaron, que en su juventud tuvo una novia. Se quedaron sin gasolina, y le pidió que saliera fuera y empujara el automóvil para desplazarlo al andén,
La chica fue arrollada por un camión.
Algo quedó averiado allá dentro de ese hombre desde aquel día.
Hace unos días me acordé de este hombre. Sufría porque llevaba bastantes kilómetros en la reserva, y comenzaba ese momentazo agónico donde todo es desierto a tu alrededor y rezas , primero, y te desesperas después. Cuando perlas de sudor la frente y la puntita de la nariz.
¡Dios mío, por favor!: ¡¡¡una gasolinera!!!.
Soy de Repsol "ha elegido usted diesel E- Plus". Y encontré una de Alcampo, así que eché diez euros y palante...
Leí que el dinero es como la gasolina durante un viaje en carretera. No te acuerdas de él mientras vas que tiras, pim pam, pim pam.
Pero, ¡ay!, qué agonía hacer muchos viajes que consisten en ir en pequeñas etapas ,de gasolinera en gasolinera, porque vas tieso.
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EN LO SECRETO
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EN LO SECRETO
Me acuerdo de mi época en el Betis. Cada vez que cogíamos las llaves de un coche de dirección (los coches eran "comunes") poníamos 50 o 100 pesetas de gasolina. Creo que la parte de arriba de los depósitos criaban telarañas. A partir de ahí tengo callo en el cerebro y ni me inmuto cuando voy en reserva.
ResponderEliminarGracias, Alvarete , por lo de arrollar.
ResponderEliminarEso pasa por vifir tanto tiempo en Arroyo:)
Gracias, Alvarete , por lo de arrollar.
ResponderEliminarEso pasa por vifir tanto tiempo en Arroyo:)