lunes, 8 de junio de 2015

VOCACIÓN PROFESIONAL

Todavía hay quien cree en la vocación profesional

Y, ¡hombre!, pues sí: parece mejor trabajar en algo para lo que has nacido . ¿Pero cuántos de verdad   trabajan por razones vocacionales?.

Tenemos una visión tremendamente romántica de la motivación. Muy de coaching

Menos mal que el ser humano hace cosas por otros motivos diferentes a porque le gusta. Pienso ahora mismo en cantidad de gente de mi entorno que trabajan en cosas que no les agrada. Y trabajan bien.

En fin, así es la vida para millones de personas.

Así que habrá que tener otros criterios   para motivar a la gente. por ejemplo, que el mejor trabajador no es el que trabaja porque le gusta sino el que lo hace por responsabilidad.

Mal jefe es el que juzga los motivos por lo que hace algo alguien. Hará acepción de personas. El motivo por el que haga alguien algo me da igual, lo que no me da igual son sus acciones.

Está motivado  el que hace bien las cosas. Independientemente de la razón que le mueve hacerlas.

En ambientes sectarios, como los partidos políticos,  se tiende a valorar mucho , no tanto si trabajas bien , como si eres "uno de los nuestros".


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EN LO SECRETO.

4 comentarios:

  1. Vocación es lo mismo que llamada. Puede llamarte Dios, pero no un trabajo. Así que la vocación profesional no existe. Además, la gente trabaja por dinero: "yo tengo vocación a un trabajo donde me paguen al menos tres mil euros". Tampoco es compatible con lo del "derecho al trabajo". La peña rechaza trabajos porque no le gustan o no le pagan lo suficiente: tienen derecho a un trabajo donde le paguen tres mil euros, y si le pagas menos dicen que eso es una mierda y no lo cogen.
    El otro problema que veo es que la gente no se forma para encontrar un trabajo. Mi cruzada de estos días es convencer a mi sobrina para que no se matricule en ADE: no sirve para nada pues no aprendes nada; es como relaciones laborales o estas carreras de hoy. En fin, un barniz de algo y en las prácticas acabas haciendo fotocopias, que cada vez se lleva menos. Faltan ingenieros informáticos: pues a ingeniería informática o de telecomunicaciones. O la doble titulación de ingeniería informática con ADE. Yo hice algo parecido a ADE, así que sé de lo que hablo.

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    1. Dr. Jeckyll: „El otro problema que veo es que la gente no se forma para encontrar un trabajo“.

      A mí sucede lo contrario: yo, el problema que veo es que la gente se forma encontrar un trabajo.

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  2. Madre de 3, les he acompañado en el descubirmiento de sus vocaciones. De pequeños, porque los padres queremos descubrir que "se les da bien" y, para que mentir, para rellenar las muchas horas de la semana, y conforme crecen, con más emoción, porque son ellos los que descubren lo que les gusta, una afición, algo para lo que valen, que "se les da bien", con lo que disfrutan.

    Y luego viene la misma versión pero en los estudios. Y tengo que decirte que cada uno de ellos ha tenido una "vocación" más o menos definida. Y que hemos tratado, su padre y yo, de darles todos los medios y las armas para que, en el mundo profesional, puedan desenvolverse en aquello que les gusta, para lo que valen y se han preparado. La vida luego tendrá, como siempre, la última palabra, pero el camino ha sido (aún no he terminado en 2 de ellos) y es apasionante.

    Por cierto, mi bioquímica médica, tras muchisimo esfuerzo y brillantes notas, un peregrinaje de prácticas, becas, microempresas y proyectos, justita en su economía y generosa en su tiempo, conseguirá con 24 años empezar su doctorado. Y es vocacional. Porque hace 2 años se hubiera quedado con sueldito más cerca de casa, y prefirió darse a valer. Y la segunda, con la tan denostada filosofía,idem. Porque hemos pasado del "ay Dios mío esta niña morirá de hambre con filosofía" de mis padres al "haz lo que te guste, pero se la mejor, destaca y brilla. Asi encontrarás tu camino" de nuestra casa.

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  3. Me hubiera gustado hacer un comentario mejor a la entrada de hoy, refiriéndome con detenimiento a lo que han dicho también Dr. Jeckyll y Pilar. Pero noto que hoy se me va la cabeza, como al ordenador HAL de la película 2001, así que voy directamente a la conclusión.

    La vocación profesional no es la vocación a la hora de estudiar, sino la vocación a la hora de trabajar. Existen vocaciones profesionales (que no hay que confundir con las vocaciones estudiantiles), pero los caminos para desarrollar esas vocaciones no están definidos de antemano (éste es el engaño en el que cae quien quiere ser médico, pianista o profesor y se siente frustrado si no lo consigue o –pero aún- autorrealizado si lo consigue). Sino que esos caminos están innombrados, y uno tiene que ir descrubriéndolos y abriéndolos por sí mismo, a veces donde jamás habría sospechado que los había, porque sólo entonces serán caminos propios y vocacionales. Para eso hay que tener mucha generosidad con la vida y sentir mucho desapego a los prejuicios y a las nociones preconcebidas, y también a la opinión ajena. De esto trata la película „Despedidas“: la vocación del protagonista está definida desde el principio, lo que le falta es encontrar su camino, y ese camino, que por ser vocacional forzosamente será exclusivo, él lo descubre justamente en el terreno que todos los demás desprecian y ninguno reconoce.

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