Viví con gente que todo lo basaba en tener una vida controlada. Objetivos, metas, propósitos.Cuando creían que lo tenían “todo controlado”, se sentían seguros y andaban con paso firme. Para esta gente la voluntad lo era todo.
Se diría que para ellos la suma de actos perfectos hacían un hombre perfecto.
Y , la verdad, a veces esa suma producía monstruos.
La prueba del 9 de este tipo de personas era cuando ocurría algo imprevisto: se estresaban, se irritaban, se cabreaban.
Si algo sabemos es que vivimos en la incertidumbre, así que no vale la pena construir vías de tren.
Mantener objetivos y planificar cómo lograrlos es necesario , más o menos. Sin embargo, aunque pensemos lo que vamos a hacer, no podemos responder ni ante las circunstancias ni ante lo que harán los demás.
La realidad es que es imposible tenerlo todo siempre controlado. Así que habrá que ser un poco Messi en la vida, esa mentalidad que sabe improvisar una jugada distinta cuando todos esperan que obedezcas al Luis Enrique machaca y pim pam, pim pam.
Sólo hay una manera de vivir en la incertidumbre: aceptarla.
Eso lo aprendí de Manuela.
Es como cuando el río sale de la cumbre de la montaña. Su objetivo de desembocar en el mar. En su camino se encuentra con precipicios, montes y desniveles del terreno, y tiene que bordearlos o hacerse subterráneo para luego volver a salir a la superficie, caer en cascada, hasta que al fin llega a su destino.
Estos planificadores proyectan ir en línea recta hacia su objetivo y cuando aparecen los desniveles se emperran en querer seguir recto. Oye, habrá que reconocer que puedes bordear y coger otro sendero , sin perder de vista tu objetivo final.
En fin que, te pongas como te pongas, la realidad es que vivimos en la incertidumbre .
No se trata de vivir en la resignación. La resignación nos convierte en víctimas de las circunstancias y de las personas. Nuestra voluntad queda en la sombra y nos permitimos ser marionetas de lo que va ocurriendo.
El modo más saludable de vivir la incertidumbre es aceptarla. Eso significa que quizá es duro y difícil. Sabemos que ahora no existen las respuestas o que quizá necesitamos ayuda. La aceptación nos ayuda a esperar.
Lo peor que podemos hacer es buscar culpables fuera.
Aquí no hay culpables, y si los hay, de nada sirve echarles la culpa.
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Se añadió en la pestaña "Proyectos " ·Cómo dejar de fumar después de 50 años de adicción".
Ideal para impartir en colegios.
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Se añadió en la pestaña "Proyectos " ·Cómo dejar de fumar después de 50 años de adicción".
Ideal para impartir en colegios.
Nadie, absolutamente nadie, pensaba en la posibilidad de regatear a cinco contrincantes de forma seguida.
ResponderEliminarEs imposible; totalmente improbable; prácticamente una quimera.
De tal suerte que cuando comenzó la jugada, las mentes de los defensas visualizaron una jugada corta que acababa rápido.
Pero no.
Regateó la primera dificultad y le hizo un túnel a la segunda.
Así que la tercera y la cuarta se cagaron por la patilla, y fue sencillo desbordarlas.
La quinta dificultad se picó, así que se preparó para darle una patada en las mismísimas pelotas y punto final.
Eso también fue capaz de calcularlo el atacante; y adivinando la rabia de la dificultad; se imaginó que iría directamente a por sus tobillos.
Por eso saltó y sobrepasó con holgura el hachazo que le esperaba.
..
Al portero le dio tiempo de darse cuenta de que tan solo podía estirarse al límite de sus capacidades, cubrir el expediente y encajar el gol.
...
Hubo un Dios que vino a la Tierra y decidió regatear las dificultades de varios milenios de hombres que se zurraban a la mínima.
Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.
...
Nadie pensaba que ese Dios tiraría la jugada por ahí.
De tal suerte que sorprendió a los del equipo contrario, a los de su propio equipo, al árbitro y a un porcentaje muy alto de los espectadores del partido.
Y metió a la Humanidad un gol, de tres pares de cojones.
Estoy de acuerdo contigo en que vivimos en la incertidumbre, y que es uno de los principales "estresores". Por eso deberíamos hacer de la incertidumbre una aliada. Os aconsejo un libro de Nassim Taleb: Antifragile. Te da una visión fresca del riesgo y la incertidumbre.
ResponderEliminarHoy has estado sembrao, que dirían por Jerez!!!
ResponderEliminarMe ha encantado! Y tomo nota del libro que nos recomienda el Doctor.