martes, 23 de junio de 2015

REBOTE

La pelota caída rebota con más  fuerza cuanto de más altura cae.

Así nos sucede cuando caemos moralmente.

Algunos piensan que ascienden   por el impulso del cielo. Es una forma de engañarse: asciendes porque te has dado una buena leche, y crees que el contacto con el mal te ha llevado al arrepentimiento y te elevas a Dios.

La prueba del 9: si la caída se reproduce y se convierte en hábito, la pelota del alma rebota cada vez más  , y cada vez un poco menos alto...hasta el día en que , pom, pom ,pom, llega el último pom, y se acabaron las reservas de altura.

El sentimiento de liberación o de ascensión que a veces experimentamos después de haber hecho el mal no tiene nada que ver con Dios, que no pinta nada en esa ascensión,como con nuestro orgullo herido que no acepta la tristeza de ciertas caídas. 
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http://jesusmendive.blogspot.com.es/


1 comentario:

  1. Yo divido los pecados en "sensibles" y "no sensibles". Lo que cuentas creo que pasa solo en el primer grupo, pecados sobre todo relacionados con el sexo. Esa sensibilidad lleva a horrorizarnos de nosotros mismos. En el caso de pecados "no sensibles" a mi parecer no se produce este fenómeno. Quizá también porque nos podemos autoengañar más fácilmente con la razón. No pagar impuestos (porque pensamos que el estado no usa bien nuestro dinero o porque hacemos donaciones a la Iglesia, que es más importante), engañar a adolescentes para que se hagan del Betis (cualquier periodo de tiempo que pasen en el Betis es muy positivo para ellos, aunque luego lo tengan que dejar; ad maiorem gloriam Dei, que diría san Ignacio), no pagar el salario justo a los trabajadores o hacer contratos temporales... Estos no rebotan.

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