Permanecen en el aire todavía los primeros versos que no se escribieron en la Edad de Piedra y que hablaban de las mismas historias de ahora, de alegría enamorada, dolor, de oraciones a dioses terribles. Se perdieron. También están suspendidas en la atmósfera las melodías que inventaron los pastores soplando una caña o el filo de una hoja seca, música de la naturaleza que se llevó el viento.
Las canciones de amor, las que se compusieron para llorar a los muertos , las danzas rituales que bailaban de alegría , las imprecaciones pidiendo la lluvia a unos dioses desconocidos. Las historias escritas en pergaminos que se pudrieron o se hundieron en el polvo, o se disolvieron en el agua de naufragios . O esas que ardieron por los fanáticos de todos los siglos.
Permanecen suspendidas en el cielo todavía los cuentos narrados de viva voz a la luz de una hoguera , o en una tertulia después de un almuerzo . También los consejos de los sabios y los santos , que no encontraron respuesta en el corazón de alguien y siguieron viaje en el tiempo.
Las palabras de Jesucristo que nadie escribió y que están acariciando la brisa que te acaricia. Las canciones de María , su Madre, acunando a su Hijo en un Pesebre.
Solo una mínima parte de toda la belleza y sabiduría que se ha creado desde el principio de los siglos en este planeta ha llegado hasta nosotros.
Pero , convéncete, el resto de ese maravilloso e inmenso caudal no ha desaparecido.
Si fueron rimas, canciones o fábulas están todavía suspendidas en la atmósfera.
Las enseñanzas grabadas en tablillas de barro, en papiros, o en pasta de celulosa se convirtieron en ceniza o estiércol y fecundaron la tierra y ahora dan fruto en árboles llenos de pájaros. Naufragaron las naves piratas, fenicias, griegas o latinas, los bajeles de la morería , los barcos cristianos que transportaban especias , ánforas con aceite y vino, monedas de oro o mapas de islas del tesoro, pero todo ese misterioso cargamento forma parte del mar que ahora navegamos.
Solo una mínima parte de toda la belleza y sabiduría que se ha creado desde el principio de los siglos en este planeta ha llegado hasta nosotros.
Pero , convéncete, el resto de ese maravilloso e inmenso caudal no ha desaparecido.
Si fueron rimas, canciones o fábulas están todavía suspendidas en la atmósfera.
Las enseñanzas grabadas en tablillas de barro, en papiros, o en pasta de celulosa se convirtieron en ceniza o estiércol y fecundaron la tierra y ahora dan fruto en árboles llenos de pájaros. Naufragaron las naves piratas, fenicias, griegas o latinas, los bajeles de la morería , los barcos cristianos que transportaban especias , ánforas con aceite y vino, monedas de oro o mapas de islas del tesoro, pero todo ese misterioso cargamento forma parte del mar que ahora navegamos.
También han sido infinitos los crímenes que han quedado sin castigo, las injusticias contra los inocentes, los ríos de sangre que se han evaporado, los gritos de dolor pidiendo un auxilio que nunca llegó, las plegarias que no fueron atendidas por ningún dios.
Los nombres de los asesinos impunes componen un cielo muy estrellado. La lista de corruptos que escaparon de la justicia .
Son muchísimas las hazañas y matanzas que nunca fueron contadas, enigmas de la historia que han quedado sin resolver, vicios y perversiones que tampoco han sido confesados. Muchos violadores y pederastas anónimos que hoy los tenemos por santos, murieron con muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.
Respiramos el horror y la belleza aún por descubrir, o que quedará muda por los siglos de los siglos suspendida en el aire , pero ese soplo es el sueño que excita la imaginación de los poetas, de los músicos, de los pintores, de todos los artistas y al final se hace carne.
La inspiración no es más que una Gracia que tienen algunos seres para respirar esa carga perdida de belleza y maldad y rescatarla del poder del viento.
Los nombres de los asesinos impunes componen un cielo muy estrellado. La lista de corruptos que escaparon de la justicia .
Son muchísimas las hazañas y matanzas que nunca fueron contadas, enigmas de la historia que han quedado sin resolver, vicios y perversiones que tampoco han sido confesados. Muchos violadores y pederastas anónimos que hoy los tenemos por santos, murieron con muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.
Respiramos el horror y la belleza aún por descubrir, o que quedará muda por los siglos de los siglos suspendida en el aire , pero ese soplo es el sueño que excita la imaginación de los poetas, de los músicos, de los pintores, de todos los artistas y al final se hace carne.
La inspiración no es más que una Gracia que tienen algunos seres para respirar esa carga perdida de belleza y maldad y rescatarla del poder del viento.
Hoy estás sembrao Suso!! Esta entrada es oro puro y pura magia, un derroche de imaginación, preciosa y evocadora. Un abrazo.
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