LA VIDA QUE QUEDA. LO QUE HAY.

 Últimamente  he  visto  varias  películas  de  ciencia  ficción  que   pronostican  un  futuro donde  dentro de muchos  años una primera migración de seres humanos comenzará a abandonar la Tierra para asentarse en otros puntos del universo.

Se supone que para entonces el nacionalismo excluyente  y paleto, el crecimiento demográfico, la falta de alimentos, el cambio climático y la pestilente degradación de la naturaleza habrán hecho de este planeta un lugar inhabitable.

Los nuevos padres fundadores serán  soñadores, jóvenes y fuertes.  

Como  en la  película  Gataca , aquí quedarán los viejos, los discapacitados, los pobres y los timoratos

Esas  Naves  serán verdaderas arcas de Noé,  y  allí  los emigrantes cósmicos llevarán consigo una selección de los mejores frutos terrenales: semillas  de  cereales  y  viñedos  que fueron en la Tierra sangre y cuerpo de dios, un  zumo de  buen bourbon para  celebrar  o llorar  encuentros y  despedidas. 

¿Qué te  llevarías  a  esos  lejanos  planetas?  

 Para entonces el genoma humano se  conocerá de  tal  manera  que la  manipulación genética de los óvulos y espermas congelados no  tendrá  ningún  secreto. , pero en el cerebro humano estará guardada la ciencia y la cultura que pudo ser salvada de la hecatombe planetaria.

A  ese otro lugar más confortable del universo yo  me  llevaría unas  cantatas de Bach, algo de Mozart, unos cuantos madrigales de Monteverdi,  los Evangelios,   Rembrandt ,  las  canciones  que  cantábamos en familia ,  unas  fotos de mujeres  que amé hasta  la  locura y  que fueron musas  de muchas  de mis  historias,  todo lo que en la Tierra me  permitió vivir sin avergonzarme de ser  como soy , por ejemplo la libertad de  volver a  empezar, las  estupideces   que  viví  por  amor , y  la  alegría.

Me gusta  imaginar qué salvaría de este planeta hoy para llevármelo a otro mundo si fuera uno de  los elegidos  para esa  expedición galáctica. Por mi parte no faltarían las  sopas  de  ajo,  el  gazpacho , las  ensaladas  y un Jack  Daniel's .

Y, por  supuestísimo, no  permitiría la entrada  a ni un solo nacionalista, fuese  de la  bandera  que fuese....¡qué pesados son. joder!

Pues bien, ese tesoro que cada uno se llevaría a otro planeta aún está en la Tierra. Cuídalo  y  disfruta  de  él.