domingo, 7 de marzo de 2021

UNA VISITA AL NOTARIO.

 Hace unos díasme pidió un amigo que le acompañara de testigo a una notaría.


Sólo he ido una vez en mi vida al notario. Mucho han cambiado las cosas.


Nos recibió un baranda que podría ser muchas cosas, pero de notario nada. Se llamaba Suso. Lo mismo que yo. Llamarse Suso en Cataluña me supuso un plus. Era nombre original, diferente, como una marca propia.


Pero en Galicia le llaman Suso hasta al gato. 


Era un hombre cachazudo, de una panza poco notarial, como muy garbancera. Vestía de traje gris , sin corbata. La camisa le faldeaba porcima del cinturón, y le colgaba un llavero bolita con unas llaves que tintineaban a su paso.


Era un fajador. El típico que está en  las notarías para comerse los marrones. El sparring que se lleva las usties  y que, hasta que no está todo en orden, no llama al "One". 


También le va la figura del subalterno que sale a la plaza a darle unos pases al  morlaco mientras el maestro observa desde la barrera.


En nuestro caso no hubo lío, pues era  asunto menor.


Entramos en un despachaco guapo, con vistas al mar. Estaba decorado de un modo...¿cómo lo diría?...de nuevo rico. Una de las paredes estaba decorada con camisetas de un club de fúrbol firmadas por héroes y gladiadores de distintas y memorables temporadas y ligas.


En una repisa había una colección de gorras conmemorativas de las finales de Champions, Europa League , Copas, que el hombre había presenciado .¡¡¡ Allí había poderío!!!...parecía decirte " a ver, ¿ a cuántas finales de Champions has asistido tú, gilipollas?" 


En otras repisas estaba el churri con el Rey de las Españas, con el presidente de uno de los gobiernos, con el alcalde...


No vi a la mujer ni  a los hijos. Ignoro la razón. Tal vez no fueran muy de mostrar, como para que no se diga, como si desdijeran de su cargo y posición.


Una mujer de notario con la enfermedad del tordo, como que no.  


Suso , al terminar su faena de aliño , dijo " un momento , por favor".


Y poco después apareció él. Se había puesto el tutú.


Iba vestido con deportivas blancas, blanquísimas, con el logo de Adidas. Un polo azul, Prada. Pantalones claros, chinos, también Prada. Cinturón negro, juraría que Mochino.


El pelo  húmedo , aunque los notarios no tienen pelo, tienen cabello, culebrero, con caracollilos tipo gulas de Norte.


Suso se colocó en un discreto segundo plano, un paso por detrás del Notas.  


¡ Joder con los notarios .0!. ¡ Madre mía cómo han cambiado!


Nos leyó el documento. firmamos. 


Y nos mandó a tomar pol culo. Eso sí, con una sonrisa que mostraba una dentadura  hasta el molar que le trajo el ratoncito Pérez.


Suso nos acompañó hasta puerta, tintineando las llaves, bamboleándose como el padre de Dumbo.





 



No hay comentarios:

Publicar un comentario