Vivimos entre el ruido y la prisa, y gracias a ello añoramos la paz que hay en el silencio.
Cuesta vivir en sintonía y en buenos términos con todas las personas que nos rodean . ¿De qué se trata?: habla tu verdad sin faltar a nadie ; escucha a los demás, incluso al torpe al cargante e ignorante. Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma.
No te compares con los demás, te volverás un amargado. Siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Mantén el interés en tu propio trabajo , por humilde que sea: es un tesoro. Y aunque el mundo está lleno de egoísmos, no te cierres a la virtud que hay en él;mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
No finjas afectos.
Valora tus amores , porque en medio de todas las arideces y desengaños, es lo más grande que tienes.
No te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Cuídate de la tristeza, puede llevarte a lo peor de ti mismo.
Sé benigno contigo mismo. Eres una criatura del universo, no menos que los plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz en tu alma en la bulliciosa confusión del mundo, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado.
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