Lo más peligroso en una catástrofe es el descubrimiento de que el capitán es un inútil y que los mandos de la tripulación son irresponsables.
Entonces sucede lo más peligroso: el miedo se hace pánico. Estamos acercándonos a 1.000 muertos diarios, pero echan mano de excusas y tratan de engañarnos con no sé qué historias de picos que se mueven, curvas que no acaban nunca y juegos gramaticales para analfabetos.
Nos tratan como a párvulos intimidados ante el peso de “científicos” y “expertos” a los que ellos no atendieron nunca.
Es como el piloto del avión que vuela averiado , echando fuego por los motores , y una cortina de humo que anuncia que se va a pique. Y el piloto informa a los pasajeros de que, "lamentablemente, no hay paracaídas para ustedes".
Y en ese instante , los viajeros observan desde la ventanilla del avión que el piloto ha saltado por la portezuela en un maravilloso paracaídas , con la linda azafata abrazada a él . Se les ve cayendo felizmente sobre un fondo de cielo azul lila , entre nubes blancas como la lana, despidiéndose alegremente del avión y de sus pasajeros que, aterrorizados , se aferran desesperados a la butaca, como insectos apunto de sentir el chasquido de la punta de la bota de Lucifer.
Amigos, lamento decirlo, estamos jodidos.
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