jueves, 1 de abril de 2021

SEMBRAR FLORES EN LAS RUINAS.

 Una de las formas más altas de amar consiste en permanecer fieles a las personas y cosas que no han sabido traernos la felicidad. En  jamás renegar  de  aquella parte  de  nosotros mismos comprometida un día en  causas  hoy desaparecidas, o  en empresas  que  fueron abandonadas


Más : permanecer, al menos en el secreto, agradecidos a todo lo que un día amamos y luego nos ha destrozado.

Sufriremos  más, pero será  un sufrimiento sin poso  de amargura.

No  estoy  seguro  , pero quizás  también de esa fidelidad a  las  ruinas de nuestra  ternura abatida, de  nuestras ingenuidades, de las insensateces  que obramos, o de  nuestra mala  cabeza, renacerá un  nuevo  amor, una nueva  alegría :  nada podrá  ser  reconstruido, pero  florecerán  las  ruinas.

Para  mi  es  el último recurso  que  se  me ocurre: ¡tengo tantas cuentas pendientes  y asuntos   de  los que mejor  no hablar!.   Soy efímero, de  fidelidades que  cambio  por  nada,   y  que  me  han arrebatado  tantas cosas. Y  sólo se  me  ocurre sembrar  flores  en las  ruinas.



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