"Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz.
Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz."
Los habitantes de cualquier aldea del planeta se reconocen por su cara. Lo saben todo de todos. Desde que nacen hasta que mueren, los percances que a lo largo de los años les han sucedido a cada uno de ellos están registrados en la memoria de todos. Y se superponen a las capas de las biografías de generaciones anteriores.
Los habitantes de un pueblo se saludan al cruzarse en la calle, conversan en la plaza, en la fuente, en el mercado, en el lavadero, en el bar, en la barbería. O no: algunos guardan rencores acortezados de años y años, agravios,odios.
Esta forma de vivir y de comunicarse ya formaba una red social desde el inicio de la historia.
Hoy Facebook, el watsap, lo que llamamos "las redes sociales" , ha hecho del planeta una aldea. Ha devuelto a millones de personas la nostalgia de aquella aldea del inconsciente donde sus habitantes se reconocían por la cara, se saludaban en la calle y charlaban de idioteces en la fuente, en el lavadero, en el bar, en la barbería y en la plaza al salir de misa.
Hoy , sí: no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.
Querrás que no se sepa...pero lo saben todo de ti.
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