Para muchos separados, o liberados de compromisos que no llegaron a buen puerto , la vida es un bufet libre. Nada de compromisos. Sus relaciones son de ir por el expositor y , venga, cojo unos huevos fritos, unas salchichitas, un poco de queso, un zumito, un café, pan....y piensas, " no puedo más". Pero sí se puede. Y te levantas, y te pones en el platito, una tortillita francesa, jamón, pan con tomate...y al terminar te dices " voy a por un poco de fruta"....
Más fugaces que la vida, son esos desayunos, metáforas de la soledad , y de sus coitos. ¡ A probar de todo! Pasa lo mismo con el deseo. El amor está lleno de decepciones.
Me sucedió en un club donde fui director. Presumí de que ganaba al sprint en cien metros a uno. Estaba convencido de que lo resfriaba con la estela que dejaría detrás de mi. A los cincuenta metros reventé. El júbilo nos sepulta. Pero si he de morir, que sea envuelto en los hechos que nadie considera heroicos . Los que mueren por nada, nadie se entera. Esos guerreros sin causa memorable. Como los caídos en Bucha, Ucrania, que se mueren sin demostrar a nadie su valentía.
Fue un desastre esa apuesta con Miquel Janer, pero sentirse vivo también lo es, una hermosa y dorada tragedia.
Otro de los éxitos de Miguel Janer es ser un autor de best sellers (junto con David Suriol). Su libro "Marketing de pareja" se vendía muy bien, como churros.
ResponderEliminarTodo un señor, Mazinger.
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