lunes, 18 de abril de 2022

UN RECUERDO.

Fui a la parroquia de Nuestra Señora de la Virgen de Concho. En su cementerio encontré esta tumba. Me acordé de Juan Carlos, un hermano que nació un año antes que yo, y que falleció poco después. Tenía una extraña enfermedad en el corazón . Siempre estuvo presente en casa, hasta tal punto, que en el 90 cumpleaños de mi madre le regalamos un árbol familiar que salía él también.


Fue un 28 de diciembre de 1956. Un año después , el 25 de diciembre del 57, nací yo. Alguien me hizo ver que mi carácter, inestable, muy nervioso, zascandil, hiperactivo, tiene que ver con la angustia, el miedo, la  incertidumbre de mi madre durante los meses de mi embarazo. No saber si yo también nacería enfermo.


Cuando he hablado con mi  madre de Juan Carlos, me decía que sufrieron mucho su pérdida y que durante un año iban muchísimo al cementerio a rezar. Un día vieron que no estaba su pequeña tumba. Eran muy jóvenes. Les dijeron que , al no pagar la cuota municipal, lo habían enviado a la fosa común.


Eso les dolió mucho.


"Sin ti en mis brazos, siento el vacío en mi alma. Me encuentro buscando tu cara en las multitudes. Sé que es imposible, pero no lo puedo evitar


Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas. Lo sé, porque he llorado hasta no poder más".


El de la foto soy yo con mi madre. 












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