domingo, 28 de diciembre de 2014

ME HALLÓ LA MUERTE AL LEERTE.

Juan Manuel de Prada me cae fatal, así que le daremos caña, hoy, día de los santos Inocentes.

Me pasa con él como con César Vidal, que tienen algo de niño empollón , de repelente  niño Vicente, que pide una colleja cuando regresa del "encerado". El ego de los dos es de aúpa. Pero no pasa nada, estos tíos siguen su camino con la barbilla por encima de la frente, le des colleja o no.

De Prada escribe carpetóvetónico zamorano, de la Zamora de doña Urraca, y se zancadillea a sí mismo a base de liarse a metáforas, y contrametáforas, imágenes inverosímiles, símiles que estallan en una algarabía de epíetos, y al final ni él mismo sabe dónde está, cayendo de bruces al solado.

Y con él sus  lectores.

Este dinosaurio de 40 tacos sacado de una Noche en el museo, comenzó fuerte con "Coños", y ha terminado escribiendo cosas que parecen novelas con material de derribo.

Porque, dígamoslo ya, De Prada no tiene ni puta idea de escribir novela.

A De Prada le pierde su ego. No escribe para que le lean, escribe para que la gente piense "¡joder , qué estilo!". Y se mira y se remira, y rellena de arbotantes la escritura, y barroquiza los arbotantes, y les da una pincelada de azulete, y los adorna...

"En el puerto de Navacerrada, el crepúsculo se ensangrentaba como el ara de un sacrificio ritual, y a medida que se adentraba en la meseta castellana, la noche adquiría la tensión de un tambor de son opaco o una campana con el badajo envuelto en trapos",

Después de un párrafo así, uno se imagina a De Prada quitándose las gafas, mirando al Cristo que preside su escritorio y rezar "¡grachie , Signore!".

De Prada va de escritor católico, o eso dice, pero Dios no está en ninguna de sus páginas, y menos en "Me hallará la muerte". Lo que sí hay es mucho hijo de puta. Pero de Prada, que juega a Chesterton, confunde el pecado y el mal, con Dios.

Siento el alma de Gilbert rondándome y gritar "¡¡¡NO ME COMPARES COÑOS!!!. 

El bozo mariconil del Caudillo y su voz aflautada parece la musa de esta historia de Antonio Expósito  en la división azul....después la cosa se enreda en una imposible impostura que hace que Expósito regrese a Madrid usurpando a un tal Mendoza, que muere en las Rusias.

Y luego la cosa se enreda en un Madrid emputecido, astroso, donde hasta el putón   de Ava Gardner las patas de gallo le llegaban hasta los zancajos de tanto mamar pollas de colmao en colmao. 

"La noche se llenó de ululaciones y graznidos siniestros, de sibilantes y viscosos gemidos, como si un pentecostés de faunos inmundos le diera la bienvenida en su reino de légamo y putrescencia" (¡grachie, Signore!)

"Sus senos parecían recogerse bajo las clavículas, como palomas bajo un alero" (¡grachie, Signore!

 "Los americanos alardeaban de su arsenal atómico, como los chavales púberes alardean de chorra" (¡grachie, signore!).

 "Consuelito no necesitaba darle el pego a nadie, porque todo en ella era natural y fresco, con ese atractivo matinal del rocío y del pan recién sacado del horno" ("grachie, signore!")

Pero, vamos a ver, de Prada, ¿quién cojones se folla a una mujer que se llama "Consuelito?, ¿hein? 

"Le bastaba reírse para lograr lo que otras mujeres sólo consiguen desnudándose" ("grachie, Signore!").

"Su pecho se asomaba a la baranda del escote, como un suicida al pretil de un puente, deseoso de entregarse" ("¡grachie, Signore!").

"Antonio la oyó vomitar sobre el lavabo, como si expulsara alguna lava que le abrasara los bofes; y luego, más calmada o claudicante, orinar como si vertiera una miel delgada, trémula, argentina, obstinada" ("¡grachie, Signore!"),

Hala, de Prada, ya te vale. A la mierda.

 




 

20 comentarios:

  1. Parece mentira que arremetas con tanta virulencia con uno de nuestros próceres modernos.
    Su verbo, fresco dinámico y transparente, me acompaña cada día en uno de los mejores ratos diarios, donde la calma, el sosiego y la tranquilidad de mi ánima, resplandecen en una suerte de rito atávico.
    Es decir.
    Cuando voy a cagar.

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  2. Bueno pues no me gusta ni Vidal ni prada. ..en eso estoy de acuerdo.

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  3. Pues me la iba a pedir para reyes!! (la novela) y a Cristina Rosenvinge también. Es que lo de la División Azul me pica la curiosidad, así que si sabes/sabeis de alguna novela buena que trate el tema (sin que sea un tocho) os agradecería la recomendación.

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  4. ¡Por el amor de Dios! Tenga usted la caución de huir, en la medida de lo posible, de autores y lecturas perniciosos.

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  5. Pues sí, después d El silencio del patinador, se la pilló con un papel de fumar. La de la División Azul, asín, pero la última de Filipinas, insoportable. La acabaré porque soy chico pobre de pueblo, lector vicioso de libros prestados, y esta vez pagué veinte euros.
    Salud.

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  6. Hace veinte años, cuando ya había alcanzado popularidad con „Coños“ y su „innecesario barroquismo“ –que tan pedantorro nos lo vuelve ahora– apenas despuntaba, cuando podría haberse tumbado a gozar del padrinazgo de alguien tan cínico y descreído como Francisco Umbral, Prada nos sorprendió a todos empezando a pronunciarse públicamente y sin tapujos en contra del aborto, a favor del cristianismo y la familia, y defendiendo valores que tradicionalmente se han asociado desde siempre con un conservadurismo rancio (valores de los que el conservadurismo rancio se ha apropiado sin que jamás hubieran sido suyos). Si digo que „nos sorprendió“ no es porque hace veinte años eso no lo hubiéramos esperado de él, sino porque hace veinte años eso no lo hubiéramos esperado de nadie. En aquella época yo eso lo percibí como un gesto de valentía, y siempre se lo he reconocido.

    Desde entonces, Prada ha derivado literariamente hacia un barroquismo tan innecesario como autocomplacido, y espiritualmente hacia un apostolado catequizante, siendo ambas cosas, en el fondo, lo mismo.

    Pero con Prada sucede lo mismo que con el canal Intereconomía: que mucha gente acaba cayendo en ellos porque no encuentran ningún otro sitio donde se exprese algo lejanamente parecido a lo que ellos sienten, por muy repelente y muy „casposa“ que esa expresión resulte tan a menudo.

    Es una situación parecida a la del que siente inquietudes espirituales y el único sitio de su entorno donde puede encauzarlas es en los futbolines del zaguán de una parroquia; a la del que siente inquietudes artísticas y lo único que su ciudad le ofrece son las salas de exposiciones de los bancos; a la del que siente una atracción erótica (en el mejor sentido del término) y sólo se encuentra con la alternativa entre la parroquia o el kiosko; a la del que está aborrecido del PP y del PSOE y lo único que le queda, por eliminación, es Podemos. Si uno se lanza de cabeza a eso acabará siendo un desencauzado y un fanático, y si no lo hace acabará siendo un reprimido y un frustrado. ¿Qué es preferible?

    Desde „La tempestad“ dejé de leer a Prada –y desde hace veinte años no veo la televisión–, pero es así como puedo explicarme su popularidad, la cual a su vez le da margen para regodearse en sí mismo. Lo triste es que, en el panorama actual -dejando aparte los clásicos-, no haya alternativas, o que haya que rebuscar mucho para encontrarlas.

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  7. De prada hacia un programa antes en "intereconomia " llamaba lágrimas en la lluvia...muy circunstancial.de ahí lo conozco

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  8. Pues a mi si me gusta. Q le vamos a hacer. Además es de los pocos q defiende la fe a capa y espada. Sin tapujos. No se pq lo hará, pero lo hace. Eso sí. Retuerce el alambique demasiado.

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  9. De prada hacia un programa antes en "intereconomia " llamaba lágrimas en la lluvia...muy circunstancial.de ahí lo conozco

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  10. Y para botón una muestra:http://www.abc.es/lasfirmasdeabc/20141228/abci-plato-lentejas-201412280453.html

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  11. Para completar la imagen que yo tengo de Prada: creo que tiene una grandísima maestría literaria. Pero el verdadero artista no es el que exhibe maestría ostentándola –ése es el pedante, el que hace alarde de complejidad–, sino el que la denota guardándosela, el que no hace ver que la tiene, y por eso sus obras parecen ser tan fáciles, a veces incluso infantiles.

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  12. A mí tampoco me gusta el catolicismo de palo de este viejo prematuro; es evidente que no se trata más que de un negocio para que los santones del barrio de salamanca puedan babear leyendo esas porquerías que escribe con la conciencia tranquila. Sus palabras favoritas parecen ser "atávico" y "venero", lo cual me resulta bastante ilustrativo. Parece que no puede escribir dos líneas seguidas sin hurgarse en la bragueta, y eso por no hablar del estilo; lo de poner los cuatro adjetivos más raros que te ofrece el microsoft word al final de cada frase es un truco muy viejo, de estudiantes malos y pedantes. Muy de la E.S.O todo él.
    Emma Morley.

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  13. Yo creo que el redicho este no merecía un comentario tuyo.
    Es un cursi total y yo, personalmente, no le soporto.
    Besos

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  14. Coincido en todo punto por punto. Se regodea en las formas y el contenido no lo entiende ni él.

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  15. No sé quién es este de Prada (hace años que sólo leo literatura de por aquí por lo de mejorar mi idioma y eso), pero lo de que una simple meada pueda ser como una miel delgada, trémula, argentina (atención: argentina!) y obstinada, sin duda me ha llegado al alma.

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  16. Suso, esta entrada, y no es broma, la he acabado leyendo de pie, físicamente, y aplaudiendo, mentalmente, como sólo hago con los grandes autores.

    Algún día alguien tendrá que hacerle ver a Prada que él no es él sino su bisuabuela o, como mínimo, su abuelo pero ya mayor.

    Y estoy con Jerónimo, lo de argentina me ha afectado. ¡¿De cuándo la «miel» (dorada) es «argentina» (plateada)?! ¿Prada mea?

    Yo sospecho (no hay que ser un lince) que a este Prada en el cole le fostiaban a diario.

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  17. El "grachie Signore" es un fragmento de la película Amadeus, cuando Salieri da gracias a un crucifijo, cuando está componiendo una canción para un concurso en la Corte.

    Después , Mozart le da un baño en el concurso, y regresa Salieri a su estudio y con cara de asco mira al crucifijo y escupe "¡grachie,Signore!"

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    1. emmendatio: llamé Salieri en mi interior durante años a una persona que me hacía la vida imposible - no es que me creyera que yo era Mozart, aclaro

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  18. Para "tomae":

    Tengo buen recuerdo de la lectura de "División 250" de Tomás Salvador.
    Mejor todavía de "De Leningrado a Odessa", del comandante Oroquieta.
    Y es interesante "Embajador en el infierno" de Torcuato Luca de Tena que da forma a las memorias del capitán Palacios.
    El anónimo de las 11:34.

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    1. Gracias!!! y si sabes el móvil de Cristina Rorervinge...tomae@tinet.org

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