lunes, 13 de julio de 2015

EN LA FRONTERA

El lector del Barullo, intuyo,   vive  en la frontera. La frontera es un buen lugar para vivir, sin leyes aún , abierto a la sorpresa, a paisajes  donde el horizonte se  extiende  hacia el infinito, donde desaparece  Charlot al final de sus películas con la chica pobre y guapa.

En la frontera estás dispuesto a perder el tiempo, a renunciar a privilegios y ventajas , correr riesgos  y  darte  tu tiempo con la soledad, donde  te encuentras con un Dios que sabe muy bien  lo que necesitas antes de que se lo pidas. 

En la frontera puedes llegar a perder el sentido del ridículo, y en un rincón envidiar lo que comen los cerdos, pero nunca perder el sentido del humor.

- Oye, cerdo, vomita aquí, en mis pies, me comeré tus regüeldos.

En la frontera estás bregado  en mil historias, cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar, vacunado contra la incertidumbre  a golpe de experiencias fallidas que te esculpe a martillazos  la vida.

Ya sé que no todos los lectores del Barullo habitan en esa frontera.

Pero  personajes como algunos de  nosotros necesitamos ese paisaje y ese espacio donde patrullar.

Cuando voy allá lejos,me gusta pensar que es terreno donde Jesús se retiraba a orar en la más absoluta soledad.

En la frontera sabes que el cielo se gana porque a Dios le da la gana que sea así. Es un favor, una gracia.Si fuera por méritos tú que me  lees te quedarías afuera y el cerdo al que antes ne referí  entraría.

Para entender esto tienes que vivir en la frontera.

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EN LO SECRETO

2 comentarios:

  1. Vas por ahí, dando más tumbos que una peonza; cuando en realidad no perteneces a ningún pais ni estás limitado por frontera alguna.
    Eres un bereber más en el desierto del Sahara, que en realidad se extiende por siete paises, y no hay límites ni fronteras, excepto sobre los mapas.
    Las dunas se mueven cada día, y hace siglos que los mojones fronterizos quedaron enterrados por un viento cálidp y salvaje,
    Para mejorar tu situación descubres que mucho de lo vivido es más falso que un euro con la cara de Popeye.
    ...
    Esta noche has dormido con cinco mantas en una tienda del Atlas. ¿Quién te contó que en el desierto hace frío?
    Menuda trola, colega.
    ...
    A las seis de la mañana, medio congelado te acercas a la hoguera del campamento para calentarte.
    Un bereber de dos diez de alto está echando troncos al fuego.
    Le das los buenos días.
    El tío te mira con curiosidad. Un europeo con cara de pardillo.
    Le preguntas en francés que si juega al baloncesto.
    Te responde que con quien cojones va a jugar al baloncesto, ¿con los camellos?
    ...
    Amanece.
    Te sientas con el bereber a tomar un café.
    Y se te ocurre contarle una historia bien sencilla.
    La de un pardillo europeo, que en realidad no tiene pais, fronteras ni brújula.
    Y que se va al desierto a cantar con los bereberes; porque le parece que ellos son muy parecidos a él.
    ...
    Y se inventan una canción de cuna, mientras sorben un café muy fuerte.
    Como si cantar una canción de cuna fuera lo más importante que se puede hacer enmedio de un lugar sin fronteras.

    Y el negro, mientras cantas, te mira muy atentamente.
    Porque se siente próximo a tí.

    Aunque no te vuelva a ver en esta vida.

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  2. Driver, ya está bien. Ten compasión con la humanidad, coño.

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