Saben aquell que diu que era un tio que iba por el campo cazando mariposas, y en eso que persiguiendo una papallona, el tio tiene la mala fortuna de caer en un precipicio de 1.500 metros de profundidad.
El tio cau, pero a los 20 metros de descenso, tiene la suerte de agarrarse a una piedra, se coge fuertemente en ella y empieza a chillar desesperadamente: "¿Hay alguien?" ...¿alguien me escucha?".
Y se oye al eco que diu: "Escucha, escucha, cucha, cucha".
Repite el tio: "¿Hay alguien?"...y el eco: alguien, alguien , alguien".
Por tercera vez, angustiadamente, diu: "¿Hay alguien?" .
En ese instante ,se oye una voz profunda, penetrante, con personalidad, que diu:
"Si, hijo mio, soy Dios. Sigue mis instrucciones. Sin miedo, suelta tus manos, déjate caer al vacío, que antes de que tu cuerpo se estrelle contra el suelo, mandaré 40.000 ángeles mayores al mando de mi bien amado arcángel San Gabriel, que batiendo sus potentes alas, vencerán la ley de la gravedad y succionando el aire, te remontarán otra vez hasta el punto de partida...
Silencio perplejo del excursiosta...y después de unos segundos contesta: "Vale gracias, ¿pero hay alguien más?"
El chiste es la mejor imagen que se pueda reflejar de la Fe.
Realmente, si ese hombre ha escuchado esa voz después de su angustiada petición pidiendo auxilio, debería dejarse caer sin ninguna duda.
De todas formas, yo, también sin ninguna duda, no me dejo caer NI DE CO ÑA.
Pero ten en cuenta que la gracia presupone la naturaleza. Así que nunca te dirían que te dejes caer por la ley de la gravedad.
ResponderEliminarAyer estuve con un amigo que tiene ocho hijos y no llega a final de mes. Es una prueba de Dios, me dice. Yo creo que no lo es. Si yo me endeudo, como los griegos, y luego digo que mis dificultades con los bancos son una prueba de Dios...
Es una prueba de que tener ocho hijos y cuesta un carajo y de que ¿te lo tendrías que haber pensado antes? Todos somos libres, pero una prueba de Dios seguro que no.