sábado, 4 de julio de 2015

LA TAPIA.

Viví varios años con un hombre duro de oído.

Sonreía al escucharte, y cabeceaba como esos perritos que había detrás de los coches en los años setenta, aunque  no entendía nada de lo que le decías. Pero esta gente son de una terquedad asnal, y no hay manera de que  lleven audífono .Prefiere adivinar lo que acabas de decirle.

Una tarde le llamo a casa y digo:

-  Que estamos en Pons y llegaremos tarde a cenar.

- ¡Aquí no hay ningún Mossen Pons, se equivoca!.

- ¡¡¡ Que no, que estamos en Pons!!!, ¡¡¡que llegamos tarde!!!

- ¡¡¡QUE AQUÍ NO VIVE NADIE QUE SE LLAME MOSEN PONS LE DIGO YO!!!

Este tipo de individuos acostumbran a tener muy malas pulgas. Son muy susceptibles, y gruñones.

Una tarde, viendo una de las sagas de "La jungla de cristal", Bruce Willis le contesta a un pesado que quiere acompañarle: "vete a tomal pol culo". 

Todos rieron en la sala de estar. Al escuchar nuestro hombre las risas de la gente  me pregunta qué ha dicho tan gracioso.

- Vete a tomal pol culo- le contesto.

Y se levanta y me suelta: ¡¡¡un poco de caridad !!!, ¿no?, tampoco es para ponerse así, ¡hombre!.

- Que no se lo digo a  usted, coño... que es de la película.

No penséis que se disculpaba, ¡qué va!: "no me has insultado- pensaría- pero seguro que ganas no te han faltado.

Por alguna razón que se me escapa , las gentes que han perdido el oído son más vanidosas que las que necesitan gafas de cerca y se empeñan en no usarlas.

A veces llevan audífono, pero lo apagan. 

Es normal. El audífono en funcionamiento de este hombre pitaba de una manera pastoril , un silbido alto y agudo, como para encerrar un rebaño de ovejas en el aprisco al atardecer: ¡uíu. uííííuuuu, uíiiiiuuuu!

Y te levantabas a la puerta, a ver quién llamaba, y mis cojones: era el audífono.

Este del que hablo es sacerdote, pero imagino a este tipo de personas haciendo mimos amorosos a su mujer y saltar el sonoro, "uyúúú, iuyuuuu, uíííí", como una extraña declaración de intenciones amorosas , de una obscenidad maravillosa.

Ya me gustaría a mi tener esas claves internas de comunicación erótica.

- Uíyúúú,iúúúíííi, iúúúúúoooo!-

- ¿Lo dices en serio , cariño?

- Iúúúíííiúúú

- Estás más salido que un balcón, en Oleguer...¡oí!, quieto parao!...¡¡¡¡no me mordisquees la oreja!!!!.

- ¡¡¡UÍÍÍIÚÚÚÚ, YUÍÍÍÍ, ÚÚÚÚÍÍÍÍ!!!


DIOS

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