domingo, 26 de julio de 2015

SIN PARVEDAD DE MATERIA

Vivimos en la incertidumbre y un modo de avanzar sin ella es disipando dudas. Cuantas menos dudas, menos incertidumbres.

Pasa que cuando un artista tiene dudas sobre su obra , la última palabra la tiene el artista.Él decide y mantiene su dignidad a salvo.

Cuando un científico tiene dudas sobre su teoría , la última palabra la tiene la realidad.. El detalle experimental más modesto puede terminar de un plumazo con la teoría más admirable. La ciencia no puede blindarse contra la realidad.

Pero cuando un creyente tiene dudas sobre su creencia , ¿quién tiene  la última palabra?. Muchos piensan que la creencia. Yo creo que no, la biología, la genética, muchas ciencias  están cambiando las creencias, porque la fe también se enraíza en la realidad.

Otra cosa es que hay gente que pervive en la fe de su infancia con una ingenuidad espantosa, que no se hace preguntas, que no profundiza llevados por la pereza  de no estudiar ...por eso algunos creemos que a partir de los 40 años  hay ingenuidades que deberían ser pecado mortal sin parvedad de materia.
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QUERERSE

5 comentarios:

  1. Lo que me parece más difícil es compaginar la antropología con la fe.

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  2. Habrá que buscar y abrazar la verdad, cueste lo que cueste.

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  3. Después de la Gran Guerra tardé unos diez años en volver a pisar una iglesia.
    Era cuestión de vergüenza. Me considero un asesino, tras aquellas terribles jornadas de humo y muerte.
    ...
    Un dìa entré a buscar consuelo.
    Me senté en un banco de pino y miré directamente a los ojos de Cristo.
    Él sabía más de mí que yo mismo, y. En ese primer encuentro consideró oportuno guardar silencio y acompañarme.
    Mi dolor era inmenso y las posibilidades de redención las sentìa lejanas e imposibles.
    ...
    Cristo no me dijo gran cosa, pero tal y como yo andaba, su silencio me pareció un gesto de complicidad.
    Nada me recriminó, no me juzgó y no me mandó una oleada de fuego eterno, tal y como yo hubiera deseado.
    ...
    Por. Fin, tras diez años de duro silencio, rompí a llorar.
    Por los enemigos abatidos, por mí mismo y por la Humanidad.
    ...
    Fue un llanto atroz, doloroso, desesperado.
    Completamente sincero.

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  4. Llorar nos redime.

    Todos escuchamos algún amanecer al gallo de nuestra pasión,y rompemos a llorar al recordar.

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  5. Llorar nos redime.

    Todos escuchamos algún amanecer al gallo de nuestra pasión,y rompemos a llorar al recordar.

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