miércoles, 29 de julio de 2015

UN GARBEO POR EL MUNDO.

Hay   parejas  que en su relación personal una de ella  tira de la flor , a ver si crece. Y  llega un día que, ¡zas!, se rompe el tallo .  Nuestra   naturaleza  está pensada  para crecer de otra manera. Desde  luego , en las  cosas  del querer se parece mucho al mundo  de la huerta y la jardinería.

No somos seres humanos con una experiencia espiritual. Somos seres espirituales con una experiencia humana. 

 Cuando  sufres  de una persona así es mejor  darse una vuelta por el mundo, abrir un paréntesis . A veces   algunos necesitamos que la parte humana del  espíritu  se dé   un  garbeo  para conocerse  mejor y, sobre todo, aceptarse.   

Y  en esa  vuelta, puedes  descubrir  una gran  verdad: sabes en  qué momento    dos personas que se quieren  tienen  la más completa posesión de sí mismos: en el momento  en que se proclaman perdidos el uno sin en el otro.

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EN LO SECRETO

2 comentarios:

  1. Manolo, me siento morir. Maté a seis seres humanos en las trincheras y ahora sólo deseo la muerte, descansar de una vez.
    ...
    Eso es fácil - respondió el sacerdote de una pierna -, vete a la sacristía y me traes la escopeta de mi padre y los cartuchos.
    Están detrás de la puerta, en un armario de dos hojas.
    Hoy te mataré con mucho gusto.
    Ah ! Y tráete la pala del jardín para que caves tu propia fosa. Yo soy un tullido, y no podré hacerlo por tí.
    ...
    Le hice caso, le traje las herramientas y me dijo que cavara una fosa junto a un alto ciprés que se erguía en mitad de toda la mitad del campo.
    Como un faro en medio de la costa.
    ...
    Cavé la fosa y me dispuse a morir.
    Una sensación de paz me inundó. Por fin iba a pagar todas mis culpas de una tacada.
    ...
    Manolo me dijo que me pusiera de espaldas a él, junto a la fosa.
    No podré matarte bien si te veo el careto, compañero.
    ...
    Cargó la escopeta con dos cartuchos, me apuntó y sin avisar siquiera, disparó.
    ...
    Una enorme rama cayó del árbol y me dió en la cabezota.
    ¡ joder, menuda puntería tengo, en caso de guerra sólo sirvo como prisionero ! - exclamó aquel sacerdote que me conocía desde pequeño -, menuda pifia de fusilamiento !
    ...
    Luego me obligó a ir a mi casa y volver con el petate del ejército.
    Después me dio las llaves de su casa y traje su petate.
    ...
    ¡ Echa los petates en la fosa, tira allí la escopeta de mi padre y la caja de cartuchos y después tapas con tierra nuestro pasado !
    ...
    Bajo un ciprés esbelto, situado en la mitad de toda la mitad del campo, erguido como un faro en la costa, enterramos ambos nuestro pasado para siempre.
    ...
    Anda, ven. Tenemos muchas cosas que hacer.
    Y perdona que no te haya matado.
    Necesito un buen carpintero.

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    Respuestas
    1. A ver si me aclaro contigo, que me tienes perplejo.
      Si naciste en 1.890 y participaste en la Primera Guerra Mundial ahora tendrás 125 años.

      Algo falla..

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